Sangre De Dioses 👑🕊 | Descendants

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐕𝐈

         ▁▁▁▁▁▁▁▁▁▁

𝙏𝙧𝙖𝙗𝙖𝙟𝙖 𝘿𝙪𝙧𝙤

                               ▁▁▁▁▁▁▁▁▁▁

Narra Ava

Cerré el libro haciendo un mini baile victorioso al dar por finalizado mi estudio, 9:00 pm y me sobra tiempo para cenar, ¡me muero de hambre!

Tomé mis cosas dispuesta a ir a la cocina pero algo llamó mi atención, una princesa villana de sedosa melena azul que estaba en una mesa con una pila de libros, como ella estaba de espaldas no podía ver su cara pero los gestos que hacía con las manos demostraba que se le veía estresada

Me acerqué y pude notar que estaba resolviendo un problema de química pero al borde de la hoja decía Chad Charming junto con la fecha. Sentí mi sangre arder viendo como la descendiente de la Reina Malvada hacia la tarea de Chad mientras el príncipe rubio ahora dormía plácidamente sin ninguna preocupación

Me es difícil pensar en la existencia de personas increíbles con el autoestima por los suelos, mientras otros son tan perfidos y tienen el ego por las nubes, supongo que eso hace especial a una persona, el hecho de saber los buenas que son y no alardearlo, ofrecer su ayuda sin necesidad de pedir algo a cambio, solo hacerlo por que quieren

–Hola Evie–saludé rodeando la mesa para estar frente a ella–¿Estas ocupada?–levantó la mirada regalándome una de sus tan hermosas sonrisas

–Hola Ava–bajó la mirada a la libreta y la cerró rápidamente–Yo...no, bueno algo así–tartamudeó un poco nerviosa

–Sabes que Chad puede hacer su propia tarea ¿cierto?–cuestioné intentando sonreír pero creo que me salió una mueca

–Es solo un favor que le hago al príncipe–explicó sin quitar su sonrisa, un largo suspiro salió de mis labios

–¿Ya comiste?–cuestioné cambiando el tema, lo último que quiero es hacerla sentir incómoda. Evie solo hizo un sonido de negación–¿Te gustaría cenar conmigo?, la reina Tiana me envió una caja de sus famosos buñuelos ¿Te apetece probarlos?–su sonrisa se amplió aún más

–¡Me encantaría!–exclamó emocionada–Digo si, suena bien–dijo aclarando su garganta, la ayudé a recoger las cosas y salimos de la biblioteca

En el camino pasamos a dejar los libros en nuestros casilleros para después dirigirnos a la cocina

–¿Que te ha parecido Auradon?–cuestioné caminando con las manos detrás de mi espalda–¿Te esta gustando?–

–Si, es tal y como lo imaginé–respondió suspirando alegremente

–¿Te habías imaginado vivir en Auradon?–la miré con el ceño fruncido y soltó una risita nerviosa, su risa es tan melódica y me hace recordar el sonido de las olas al romper en la orilla, de alguna manera me transmite paz