Eviexfemale
Conoce a Ava Olympus una chica con sangre de Dioses pero no del Dios que tu crees, la sangre que corre por sus venas es de un Dios en particular
Conoce la historia de esta semidiosa que solo quería ayudar a los jóvenes de la Isla y term...
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1 mes después
Narra Ava
Con un fuerte suspiro abrí la puerta de la casa, a penas di los primeros pasos para ir a la cocina sentí un cuerpo abalanzarse sobre mi, el delicioso perfume de Evie llegó a mi nariz deleitándome con su aroma.
–¿Dónde carajos estabas?–preguntó separándose y golpeando mi hombro, no me dejó responder y volvió a abrazarme con fuerza–Me preocupé demasiado
Me dejé llevar por unos segundos disfrutando el momento y tomando fuerza para lo que estaba a punto de hacer.
–Evie debemos hablar–traté de sonar firme pero mi voz era temblorosa
–¿Pasa algo amor? Has estado extraña, sabes que puedes confiar en mi–sentí mi pecho doler demasiado por su tono preocupado
Suspiré tragando el nudo que se formó en mi garganta, me repetía que todo lo que hacía era por el bien de Evie y por mi bien. No quiero lastimarla si llego a perder el control con mis poderes, muchas cosas ahora impiden nuestra relación y no quiero atarla a alguien que prácticamente nunca podría darle una familia y la felicidad que ella merece.
–Me di cuenta de algo estas últimas semanas...–susurré dando un paso atrás–Esto no va a funcionar Evie
–¿De qué hablas? ¿Qué no va a funcionar?–preguntó confundida
–Esta relación, nosotras–nos señalé a ambas, sin esperarlo puso una mano en mi frente y otra en mi mejilla. Fruncí el ceño sin entender
–¿Estás enferma?–cuestionó incrédula–¿Qué te pasa? Ava habla conmigo...por favor–su mirada podía doblegar hasta el corazón más duro que existe
–No...–me separé porque sus manos tomaron mi rostro–Esto es algo que he estado pensando por mucho tiempo
–¿Mucho tiempo?
–Si–mentí–Ya no siento lo mismo, necesito tiempo para aclarar mi mente y saber que es lo que verdaderamente quiero–desvíe la mirada ya que sus ojos comenzaron a cristalizarse y sentía mi corazón partirse poco a poco
–¿Entonces no me quieres? ¿Eso es lo que tratas de decirme?–su voz se quebró a mitad de la frase y una lágrima resbaló por.su mejilla, asentí apretando los puños–¿Hice algo mal?–susurró
Rayos Evie por favor no.
–No Evie, soy yo la que no puede seguir correspondiendo esos sentimientos–saqué la llave que tenía de la casa y la dejé en la barra de la cocina–Lo siento, pero se acabó–apreté la mandíbula para no llorar frente a ella. Di la vuelta dispuesta a salir pero tomó mi brazo con fuerza
