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Cuando la joven salía de su casa o incluso dentro se sentía observada, sentía un par de ojos penetrantes intentando ver su alma
Y eso la ponía muy nerviosa pues era una joven un poco sensible y sentirse observada le ponía los pelos de punta
La castaña caminaba apresuradamente pues sentía que la seguian, quería llegar con su mejor amigo rápidamente quien era con la única persona con la que se sentía a salvo
Cuando estuvo frente a su casa tocó el timbre viendo como la puerta era abierta por el hermano mayor de el quien se hizo aún lado dejándola pasar
Se sentó en el sofá intentando calmarse hasta que se abrió la puerta, la castaña alzó la mirada esperando a su amigo pelirrojo mas solo vio a su hermana rubia que rápidamente la vio su limpieza sudor que tenía en la frente para sonreírle gentilmente mientras se acercaba
Hola kioko - la saludo la rubia mientras sus ojos la observaban detenidamente - Temari hola ¿como has estado? - la oji-verde solo ensancho su sonrisa, se acordaba de su nombre - bien y ¿tu? te vez muy cansada
Oh no es nada solo camine muy deprisa, ya sabes no queria llegar tarde - hubo un silencio hasta que volvió a hablar - ¿Y gaara? No a llegado, el mismo me cito aquí
No creo que tarde en llegar kioko, quieres ir a tomar algo tenemos agua, limonada, refresco - dejó de hablar de repente, si seguía así no se pondría controlar
Solo agua temari y gracias - la mencionada se sonrojo pues de había emocionado demasiado, se dio la vuelta para calmarse e ir por un vaso de agua
La castaña se quedó mirando a la rubia pensando en lo hermosa que era, ella nunca había tenido pareja pero si le preguntaran quien es la persona más linda la mencionaria
La rubia llegó con un vaso de agua y con mano temblorosa se lo dio a la castaña quien lo tomo con gracias haciendo que sus manos rozaran, sonrojandose por eso la rubia se dio la vuelta y se restrego la mano en la cara mientras la castaña llevaba rápidamente el vaso a su boca y beber el líquido calmandose
Se abrió nuevamente la puerta dando paso a el pelirrojo quien venía con el ceño fruncido, la castaña se levantó y le sonrió y agradeció a temari quien solo le sonrió
La de ojos miel se acercó a su mejor amigo quien al verla le dio una sonrisa y subieron a su habitación a platicar, mientras ambas se entristecian por no poder hablar pero ya habría otro momento
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