𝘛𝘰𝘶𝘤𝘩 𝘮𝘦 𝘈𝘭𝘸𝘢𝘺𝘴..~ 〘One-shots〙｟Editando｠

Pasado- Shisui & Itachi

~ 𝕻𝖆𝖘𝖆𝖉𝖔 ~

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• 𝕮𝖔𝖓𝖙𝖎𝖊𝖓𝖊 𝖒𝖊𝖓𝖈𝖎𝖔́𝖓 𝖆𝖑 𝖎𝖓𝖈𝖊𝖘𝖙𝖔
•𝕷𝖆𝖘 𝖊𝖉𝖆𝖉𝖊𝖘 𝖘𝖊𝖗𝖆́𝖓 𝖈𝖆𝖒𝖇𝖎𝖆𝖉𝖆𝖘 𝖕𝖆𝖗𝖆 𝖖𝖚𝖊 𝖙𝖔𝖉𝖔𝖘 𝖘𝖊𝖆𝖓 𝖒𝖆𝖞𝖔𝖗 𝖉𝖊 𝖊𝖉𝖆𝖉

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~ Trio ~

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En las calles de Konoha se encontraba una joven de diecinueve años caminando con unos documentos en mano dirigiéndose a la Torre del Hokage, sabía que había algunas personas viéndola pero ignoraba eso y seguía su rumbo.

No era raro que la vieron pues a su edad era una de las Kunoichis más bellas de la Aldea, su cabello rosa pastel le llegaba a la cintura ondeando con el viento y el sol resaltando siempre su cabello, sus ojos negros pareciendo un pozo sin fondo que podrían consumirte si los veías siempre, su cuerpo ejercitado sin ninguna imperfección ni cicatriz de batallas junto a una cara tersa y fina que te harían creer que no podría llegar a romper caras con un solo toque.

Al llegar a la torre del Hokage se topó a su progenitor al cuál ignoro olímpicamente, ambos caminaron lado a lado en un silencio incómodo por parte de la chica quién se veía incómoda, tal vez era el hecho de que sólo había estado con ella sus primeros dos años de vida hasta verlo dos veces o una al año y sólo por un par de minutos cada vez.

Al entrar a la Oficina del Nanadaime no se encontró con éste así que quiso esperar a entregarle los documentos oficiales en su mano, una luz llamó su atención por el rabillo del ojo ganándose su atención por lo que con cuidado se acercó hasta rozar con el pergamino el cuál era el emisor de la luz.

El golpe en seco de los documentos se escuchó en la Oficina haciendo que Sasuke viera el lugar donde antes se hallaba su hija, frunció el ceño al ver que un pergamino se sellaba con unos signos desconocidos.

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La Uchiha tosió escupiendo sangre hasta que sintió unas manos en cada brazo sujetarla con fuerza para ponerla de pie, al ver a sus lados vió a dos Anbus de cabellos negros la sujetaban con fuerza por cada lado, junto chakra en su cuerpo hasta fundir este en elemento fuego haciendo que la soltaran.

Al intentar correr a a ventana vió su aldea pero distinta, era cómo las historias que le había contado su madre y las fotos que le había mostrado, las caras de los Hogakes solo mostraban las de los primeros cuatro Hokages.

Retrocedió y volteo a ver al hombre vestido para encontrarse a Hiruzen Sarutobi, el tercero.

Su boca se abrió y se arrodilló siendo sujetada por segunda vez por los Anbus que le pusieron un Kunai en su garganta ante cualquier amenaza.

- Mmm, ¿quién es usted jovencita? Me parece sumamente familiar- alzó su cara al tercer Hokage ante eso pero el Kunai en su garganta le impedía hablar. Él mayor hizo un gesto y el arma punzocortante se quitó aunque seguía cerca.