- ¡lo mataste! ¿Qué mierda hiciste? – se encoje de hombros.
- No es primera vez que mato a alguien. – dice tranquilo.
- ¿te das cuenta de lo que hiciste? – digo entre dientes. – estaba a punto de obtener más información.
- ¿pensabas tener información de la familia calderone al venderte como una puta? – alza una ceja. Me acerco a él volteando su cara de una sonora bofetada.
Doy un paso atrás pero me toma del cuello empujándome a la pared sin brusquedad, sus ojos azulados se centran en los míos. Paso saliva pero me mantengo seria, sin apartar la mirada en ningún momento.
- No vuelvas a bofetearme. – me dice entre dientes.
- Y tú no vuelvas hablarme así. – murmure.
Sus ojos bajan a mis labios por un momento, pestañeo varias veces manteniendo la compostura.
- No tenías ningún derecho a matarlo. – susurro.
- No dejare que nadie te ponga las manos encima, solo yo puedo tocarte. – ruedo los ojos.
- ¿Qué haremos con el cuerpo? ¿pensaste en eso? – sonríe.
- ¿de verdad te importa el cuerpo? – asiento. – vaya diablita, creí que eras mas mala y cruel de lo que todos dicen....pero en realidad eres tan buena a veces, como un Ángel. – acaricia mi rostro, causando que un hormigueo recorra mi cuerpo.
- No me subestimes, Lucifer. – pasa su pulgar por mis labios.
- No lo hago. – susurra.
- ¿sabes? Eso es lo que más me gusta de ti. – fruncí el ceño. – puedes ser muy mala, caprichosa y cruel....pero a veces te detienes a pensar en las personas, poniéndote en sus zapatos, buscando la justicia para los débiles que no pueden defenderse. – me dice sin quitar sus ojos de los míos. Jadeo cuando su mano izquierda se desliza por mi cintura bajando a mi espalda baja.
- Eres una diablita....pero detrás de esa diabla cruel, hay un Ángel justiciero. – trago grueso.
Advertencia antes de comenzar a leer.
El libro contiene lenguaje inapropiado, escenas +18 y 21 años, sadismo, torturas, sangre y contenido fuerte.
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peligrosa cercanía
RomanceDos familias poderosas, importantes en la élite relacionadas con el ejército. Llenas de decretos oscuros que arrastran del pasado, enfrentándolos hoy en el presente. Ambas familias nunca creyeron que sus hijos se conocerían desatando, lascivia, des...