Capitulo 7

364 26 1
                                    

"baile"

Iris

El lugar está lleno de mafiosos, están los rusos, los de Dubái eh Italia solo que justo mi presa no vino, en lugar de el vino su hermano antonino acompañado de su esposa.

Me quedo junto adrian, sigue su mano posada en mi cintura. Cuando se acerco a susurrarme, su nariz rozo mi cuello, sentí como mi respiración se aceleraba, al igual que mi corazón.

Este hombre sigue teniendo un poco de poder sobre mi cuerpo, generando este tipo de cosas, el deseo sexual de lujuria es inmenso.

Y eso no me gusta, para nada.

Bruno esta junto a su esposa  y creo que su hermana, conversan con otros miembros.

Observo que se acerca yerik, su cabello rubio lo trae peinado, sus ojos azules centrados en mí, viste con esmoquin.

- Se ven muy bien chicos, pronto los tendré viviendo en la mansión de la mafia rusa. – nos susurra yerik. – adrian permanece serio.

- Si abres la boca o nos traicionas, yo mismo te mato. – lo amenaza adrian. – el ruso alza las cejas divertido.

- Lucifer, pero que serio, vamos tomate un trago y relájate. – murmura yerik. – ruedo los ojos.

Bruno se acerca junto a su hermana, yerik me da una última mirada volviendo con su padre.

- Ich hoffe, dass die Anwesenheit des Teufels uns keine Probleme bringt. – Murmura la hermana de Bruno. – centro mis ojos en ella.

(Espero que la presencia de la diabla no nos traiga problemas)

Deben creer que no hablo alemán, que ilusos.

- Mach dir keine Sorgen, ich weiß, wie ich auf mich selbst aufpassen muss. Der hier ist Iris, der Teufel ist versteckt. – digo sorprendiendo a los alemanes.

(No te preocupes, se cuidarme sola. La que está aquí es iris, la diabla está escondida)

El alemán comparte miradas con adrian, que al parecer está igual de sorprendido.

Hablo todos los idiomas, me tomo 3 meses aprenderme cada uno, Durante los años que han pasado.

- Bonito acento de alemana, diabla. – me dice Bruno con una sonrisa

- Gracias. – le devuelvo la sonrisa.

Suena de fondo" love me like you do"

Esa canción trae recuerdos del pasado, recuerdos que creí que había olvidado o enterrado, pero no.

- ¿Me permite este baile, comandante? – me susurra adrian. – su tacto hace que se me ericen los vellos.

Recibo su mano, mientras me guía a la pista de baile, se encuentran otras parejas bailando.

Coloco una de mis manos en su hombro, mientras la otra la tengo firme con la suya, una de sus manos está en mi cintura.

Comenzamos a movernos al  compás de la música, los dos guardamos silencio sin dejar de bailar.

Sus ojos azulados están fijos en los míos me pregunto que estará pensando.

- ¿Recuerdas esta canción? – pregunta - guardo silencio por unos segundos.

- Claro que sí, yo fui la que te invito a bailarla. – murmure – me sonríe mostrando esa perfecta dentadura.

Seguimos bailando, todos los ojos están posados en nosotros. Adrian lentamente baja la mano que esta posada en mi cintura, a la parte baja de mi espalda apretándome contra él.

peligrosa cercaníaWhere stories live. Discover now