16. Arboleda De Sueños Rotos

301 48 70
                                    

Arboleda de sueños rotos

Ara

Una risa por fuera y un desastre por dentro.
El amor... Esa cosa que siempre me pareció tan sobrevalorada, pero con el tiempo comenzó a tomar sentido.

¿Quieres saber que es el amor?

El amor no es solo palabras cursis y decirse te amo cada dos segundos como idiotas.

El amor es saltar de cabeza en el caos de alguien y descubrir que todo tiene sentido.

Que rara suena la palabra "amor" en estos tiempos, no sabes si te engañas a ti mismo, o a alguien más.

Aunque aveces las cosas se alinean, y logras encontrar ese "alguien" que aunque no sabias, tenías una vida buscando.

Liam

- ¿Bueno me puedes ayudar o no? - resople mirando a Trevor

- Tranquilo hombre, claro que te ayudare solo ten paciencia - musito el pelirrojo - ¡Adam!

Logro divisar como sale el rubio de la tienda que estaba tras nosotros, junto con una bolsa de papas y lo que parece un refresco.

Mi mamá solia decir que esas bebidas te mataban, y como no Jess y yo mas rápido corríamos a ellas, apostando a quien moriría primero...

Si, mamá nos quiso matar ella misma más de una vez por apostar eso.

- Yo te los conseguiré, para la fecha que los quieres estará algo complicado, pero por ser ustedes le diré a mi tío que nos ayude - pronunció Adam para luego meterse una papa a la boca.

- Adivino, ella aun no lo sabe - dijo Trevor mirandome con una ceja enarcada.

- Es un regalo - defendí - no le diré aún.

- ¿Como sabes que no te mandara al demonio? - dijo Adam haciendo que mis ojos lo miraran con algo de sarcasmo y enojo.

- Ya ya solo decía - dijo poniendo sus manos en alto -

- La conozco, se que dirá que si - dije.

- El amor lo ha segado, pobre de ti - dijo Trevor en todo burlón.

- Dijo el que tiene justo alapar a su concubina de la pasión - dije señalando con la cabeza a Adam, quien se sonrojo un poco.

- ¿Acaso lo dudas? - sigo Adam divertido a lo que yo eche una carcajada seguido de ellos -

Vemos como sale un borracho de la tienda, o bueno son palabras demasiado suaves para decirlo.
Porque el dueño de la tienda lo saco como quien saca una plaga.

Paso junto a nosotros y se nos quedo viendo por unos segundos para luego arrugar la cara, y sabias porque lo hacía.

- Malditos satánicos, estúpidos geys - dijo mirando a Trevor y Adam.

Tense mi puño al escucharlo decir eso, pero antes de que pudiera hablar, hablo Adam.

- Almenos estos satánicos tienen a alguien que los quiera, o dime ¿acaso esa botella te brinda el poco amor que no te tienes?

Caos Perfectoजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें