Capítulo 33

3.6K 312 12
                                    

Annika

Lo llame a su celular y me sorprendió que no me haya costado convencerlo de que se reuniera conmigo al otro día. Acordamos vernos en un restaurante para almorzar, que queda cerca de la oficina. 

Llevo esperándolo unos 20 minutos. Y la verdad que ya comienzo a fastidiarme. Odio la impuntualidad. Lo que me lleva a preguntarme a mi misma por que diablos estoy haciendo todo esto. No se para que me meto en temas que no me competen. Al fin y al cabo, no fue mi culpa, sino que mi hermana tuvo la brillante idea de jugar a dos puntas con dos hermanos. 

¿Por qué hago esto? Ah si... porque él me cambió. 

Aunque no quiere admitirlo en voz alta, mi cabeza no deja de pensar en eso. Y eso es algo que lamentablemente no se puede controlar, los pensamientos escapan de nosotros.... como los sentimientos. 

Estaba por levantar mi mano para pedir la cuenta, pero se siente enfrente mío. En ese momento, al verlo, se me despejan las dudas de porque accedió a reunirse conmigo. Puede que tenga su traje impecable y bien planchado como siempre, que tenga ese cabello rubio peinado sin un cabello fuera de lugar, pero su mirada, su mirada lo delata. Sus ojos celestes transmiten tristeza, cansancio, parecieran que en cualquier instante estos lo van a traicionar y se le van a llenar de lagrimas. No puedo evitar sentir una punzada de dolor al verlo así. 

- Si solo me llamaste para ver mi ridícula cara, pudiste haberme pedido una foto y no hacerme venir hasta aquí. - me observa serio. - Puedes reírte Annika, te lo concedo. 

Otra punzada. - ¿Realmente crees que te hice venir hasta aquí para reírme de ti? 

- ¿Y por qué sino? - pregunta. - No es como si te conociera, Annika. De hecho, nadie lo hace. Porque no dejas que te conozcan, solo trasmites la idea que quieres que los otros tengan sobre ti. 

- ¿Por qué a todos se les da por psicoanalizarme últimamente? - pregunto con fastidio. 

- Porque dejaste entreabierta esa puerta. Antes no lo permitías. Y creo que puedo hablar por todos los que te "conocemos" - hace comillas con sus dedos. - Que hacía un tiempo que te queríamos decir unas cuantas cosas. 

- Pues anda, písame, si eso te hace sentir mejor. 

Lanza una risa. - Tú siempre con lo mismo. Todos somos los malvados desde tú perspectiva. ¿Se supone que tú eres la perfecta y la buena en la historia? 

- ¡Claro que no! - me quejo. 

Suspira. - ¿Para que me has hecho venir entonces si no es para burlarte? 

- Para que vuelvas con Kimberly. 

Lanza otra risa. - Si, creo que prefiero que te burles. 

- Mira, se que cometió un error y... 

- ¿Un error? ¿¡Un error!? No fue un revolcón de una noche, Annika, ¡estuvo mi hermano! 

- Yo no me puse así cuando tú cambiaste de hermana. 

- ¡No fue así! Primero, que yo no estaba con dos a la vez. Segundo, a ti yo no te importaba en lo más mínimo. 

- ¿Y te crees que Greg se preocupa por Kim? 

- Eso lo hace peor. Puede que en un principio haya salido con Kim para fastidiarte, para ver si yo te importaba, pero después me enamoré de ella. Cuando me le propuse, realmente lo sentí. Quería una vida con ella y darle todo lo que alguna vez soñó. Estás semanas de tanto planear todo, que quiso adelantar la boda, fue todo para usarme. 

- Tú también la usaste, Cameron. ¿Por qué lo tuyo se justifica y lo de ella no? 

- Lo mío eran una citas, lo de ella ¡era casarnos! ¡formar una familia! ¡iba a mentirme con respecto a quien era el padre del bebé! - exclama alterado. Suspira para calmarse. - ¿Sabes lo peor de todo? - sigue con voz tranquila. - Que... que si hubiera sido honesta desde un principio no me hubiera molestado, hubiera seguido con la boda. Porque, puede que biológicamente  no sea su padre, sino su tío. Sigue siendo mi familia. Sabes bien que mi padre no es mi padre biológico, pero nunca lo sentí diferente. Cualquier tonto puede tener un hijo, pero solo un verdadero hombre merece que lo llamen papá. 

Bajo ContratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora