16. LA VIEJA SOLEDAD

1.4K 155 30
                                    

Tired - Galvin James

Serkan Bolat:

El vendaje del hombro es altamente incómodo, demasiado para un boxeador que está a punto de realizar la pelea de su vida. La lesión es débil, se supone que en dos días podría volver a entrenar, pero eso no quita el hecho de que haya perdido tiempo de entrenamiento.
Aún así he decidido abandonar el infierno de mi habitación para acompañar a Engin en uno de sus días más importantes. Hoy va a recibir, nada más y nada menos, que un premio por haber mantenido en activo el gimnasio más antiguo de todo Estambul.

Y dentro de todo este bucle de dolor en el que me he sumergido, ver sonreír a mi mejor amigo es un soplo de aire fresco. Ahí, posando para la foto mientras rodea con un brazo a Piril y demuestra toda la felicidad que le ha dado la vida al mundo. Todo lo que cualquier persona normal soñaría frente a mis ojos, al alcance de mis dedos, y sin embargo tan lejos de lo que alguna vez tendré.
Cuando giro la cabeza hacía la izquierda contemplo el perfil de mi hermana, la cuál ha estado estos días ignorando cualquier comentario por mi parte y haciendo como que no existo. No la culpo, al menos no después de la conversación que mantuvimos y del estado en el que habrá encontrado a Eda las veces que ha ido a verla. Al menos Ferit sí que es capaz de responder a mis comentarios o preguntas, puntos positivos para mi cuñado.

- No tienes ni idea del tiempo que va a estar presumiendo de todo esto- sonrío mientras hablo con Ferit, que tiene la mirada fija en el pequeño escenario en que Engin sigue posando para las fotos-
- Y con toda la razón del mundo, si no hubiese sido por él habrían tirado abajo el edificio y él decidió invertir en algo que podría haber salido mal.
- Lo sé, en su momento lo llamé loco por ello, pero aún así lo animé a seguir adelante si ese era su gran sueño- sonrío de nuevo al recordar esos tiempos donde Engin era la única persona que tenía a mi lado, y la realidad es que el presente no dista mucho de pasado- Puede parecer que no, pero él siempre ha sido el valiente de los dos. Levantó este lugar a pesar de que todo el mundo lo tachó de loco, asumiendo que le crearía más perdidas que ingresos y... al igual sucedió con Piril, ¿cómo iba a fijarse una mujer como ella en alguien tan loco como Engin? Realmente eran polos opuestos, y míralos ahora...
- Se aman- termina Ferit, y puedo notar como una de sus manos aprieta ligeramente la de Ceren. Aquel gesto me hace tragar saliva porque siento que mi hermana también encontró ese amor que la merece-

Aparto la vista de esa zona y giro a mi alrededor, intentando encontrar algo interesante en lo que poder poner toda mi atención. La realidad es que ver a parejas enamoradas constantemente no era bueno para mi estado de ánimo, no cuando mi cerebro no dejaba de pensar en Eda a la mínima oportunidad que se le presentaba.
El problema es que lo que encuentro entre la multitud no es nada que quiera ver, al contrario, es el motivo de todas mis desgracias. Efe Akman está mirándome atentamente, con esa estúpida sonrisa en sus labios. Como siempre está acompañado de dos de sus gorilas.

- Cuida de Ceren, yo tengo cosas que hacer- digo a Ferit, que asiente sin entender que podría hacer- La veré en casa.
- De acuerdo- me da una palmada en la espalda, con cuidado de no hacerme daño en el hombro herido.

Al volver a mirar en dirección a Efe puedo ver como se está moviendo entre la gente, alejándose de toda la multitud, y sé que quiere que lo siga. Así que lo hago, por muy absurdo que sea después de lo que sucedió la última vez que estuvimos en presencia del otro.
No esperaba que el lugar fuese a llenarse de tantas personas, pero me toma al menos cinco minutos llegar al pequeño pasillo en el que me espera. Una vez ahí, me detengo para mirarlo fijamente.

- ¿Qué haces aquí?- pregunto directamente, y me gustaría poder cruzarme de brazos para aparentar más rudeza-
- ¿Una lesión a tan pocos días de la final? Eso debe tenerte bastante nervioso, quizás no debí sugerirte una propuesta como aquella cuando tú mismo te ibas a encargar de facilitarme las cosas- aprieto la mandíbula y miro en otra dirección, inspirando con fuerza-
- Si el único motivo por el que has venido en un día como hoy es para intentar alterarme, déjame informarte de que no lo vas a conseguir. Y no estoy lesionado, solo es un truco para mejorar la sujeción- miento-
- No, ese no es el motivo de mi visita- sonríe- Soy un hombre de palabra, y mi propuesta sigue en pie a pesar de la situación actual en la que te encuentras. Quiero que trabajes para mí cuando el torneo finalice, y obviamente con la imposición de que facilites las cosas a Deniz para que pueda ganar- mi risa es seca- Haré que tu cuenta bancaria siempre esté llena y que seas uno de los nombres recordados en el boxeo.
- Tú no entiendes lo que es un no por respuesta, ¿verdad?- niego con la cabeza- ¿Sabes lo único que me demuestras con esto? Que el gran Efe Akman tiene miedo. Miedo porque un hombre con el que no contaba ha entrado en su negocio y le está haciendo perder mucho dinero, y no solo eso, sino que aparte derrotará a su ganador... Así que mientras más te arrastras, más motivos me das para continuar adelante.
- ¿Estás seguro de que esa es tu última palabra?- ya no sonríe, y sé lo que eso significa-
- ¿Estás seguro de que vas a continuar avergonzándote de esta manera?- suspira-
- Me estás obligando a hacer cosas que no quiero, Bolat.
- No hay nada que venga de ti que pueda asustarme. Así que no pienso hacer nada que sea ilegal, y voy a ganar esta competición para demostrarte que no tienes poder sobre todos. No controlas a todos- recuerdo las palabras que me dijo la primera noche en la que lo vi, y caer en ese pequeño detalle me reconforta-
- ¿Seguro?- alza una ceja- ¿Ni siquiera te asusta el hecho de que pueda acercarme a Eda? Sé que puedo arrebatártela con un chasquido de dedos.
- Para empezar, Eda y yo no somos nada porque ella se ha dado cuenta de la clase de persona que soy, lo que significa que sabrá de sobra la clase de persona que eres tú para no acercarse- asiento- Ya no hay nada que nos una a ella, a ninguno de los dos, y si te atreves a tocarle un pelo...
- ¿Qué harás?- me encara, pero no muevo ni un dedo-
- Te mataré- afirmo- Que tengas un buen día.

A PRUEBA DE GOLPESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora