El Amor es Estúpido [FINALIZADA]

El final: Un final feliz

Con los ojos sorprendidos ve a su esposa, ahí en el lumbral de la puerta, toda mojada y sucia. Sin importarle nada estiro sus brazos y la abrazo con tanta fuerza que por un momento la azabache tuvo que susurrarle algo al oído pidiéndole que la suerte un poco.

- Cariño.... -susurro la azabache dulcemente-

- Kagome Higurashi Taisho -llamó con voz autoritaria- No vuelvas a desparecer así de la nada cuando tengo un maldito plan para salvarte. ¿Entendido? -le siseó con diversión logrando que la azabache lo mire un rato sin expresión- ¿Lo entendiste? -volvió a repetir. La azabache se río, se puso de puntitas de pie y, le sonrió enredando sus brazos en el cuello de él-

Aprovecho el acercamiento y beso los labios que tanto deseaba volver a probar. Unos ruidos hicieron que se separara, miraron adentro de la casa y la azabache se prendió más a su esposo sonriéndole a sus amigos y amigas.

- ¡¡¡KAGOMES!!! -gritaron y sollozaron todos acercándose a ella y a su esposo-

Esto familia la amaría por siempre.

--*--

El hombre se aún pasmado siguió a la muchacha. ¿Qué podía hacer ahora?

- Eri.... -le pidió delicadamente tratando de acercarse un poco. Al contrario ella se alejo y eso le dolió mucho más que el rechazo de Kagome-

- Ya te lo dije, o te entregas tu o yo te entrega a ti -amenazo de vuelta con su voz rota-

- Podemos volver a empezar -le dijo y ella le miro sorprendida- Huye conmigo, lejos de todo lo que he causado, y vivamos con un felices para siempre -le ofreció extendiendo su mano hacia ella-

Ella miró dudosa al hombre, pero este seguía mirándola con sus ojos verdes. Suspiro, bajó el cuchillo y extendió su mano y la apoyo en las de él.

- Eri -murmuró en un suspiro creyendo que ella se iría con él. Abrió otra vez sus ojos con sorpresa al ver que ella dejaba un teléfono en su mano y retiraba la de ella-

- Si quieres comenzar de cero, comienza pagando tus delitos -le dijo- Si tu lo haces solamente así comenzaremos de cero con una vida nueva -le comento y él se acerco a ella abrazándola-

- Si tu así lo deseas, y es la única forma en la que te tendré a mi lado la aceptare... -le susurró con pesar-

Se separo un poco de ella y acomodo el celular en sus manos, marcó los números y espero a que contestaran.

- Soy Bankotsu Ikeda, y me encuentro en la calle Ocheda 2301 -le dijo y la policía le pregunto algo- Si soy yo personalmente, estoy solo y no hay trampa -les dijo ellos cortaron-

Miró a su chica entre sus brazos y beso la frente de ella. La escucho sollozar de vuelta, deslizo sus manos por sus brazos y agarró delicadamente las muñecas de ella.

- Ven, te pondré un poco de crema y un hielo, para que no te duela y se vaya esas feas marcas -le dijo, la arrastro hasta el sillón y la dejo,¿ ahí. Se alejó y busco el botiquín de emergencia- Dime si el hielo te hace mal -le dijo una vez a su lado, elevo las mangas y les puso un poco de crema en ambos brazos, agarró un poco de vendas y se las puso con una pomada que encontró por ahí- Tu madre es muy linda... -susurró sin poder evitarlo- Disculpa no pude evitar ver algunas fotos, además era muy parecida a ti... Di-Digo, no.... Espera, eeeem..... -balbuceo y se puso a pensar en que decir- 

- Jajaja -se rio como una niña- No pasa nada Ban -le dijo, estiro su brazo y acaricia el cabello azabache- Cuando era pequeña, unos siete años, le detectaron cáncer en el corazón a mi madre y murió por ese cáncer en mi cumpleaños de nueve, ella era débil y no pudo sobrevivir mucho tiempo -le conto y una lágrima rebelde resbalo por su mejilla- Quede sola con mi padre, el cual se la pasa trabajando día y noche sin descanso. El día en el que nos conocimos había salido sin el permiso de mi padre para poder divertirme y sin darme cuenta quede enrollada contigo en tu cama -le dijo y se acerco a él- Bankotsu Ikeda, aún que no me ames yo lo hare hasta el final -aviso y beso sus labios-