[ Atado a ti ] (GolFred/Golddy) [Historia En Modificación: En Proceso]

[ 🧸 33 🧸 ]

— ¡Ah~!, ¡Ah~!, ¡Si, así Daddy! —

    El cuarto era una cápsula de gritos y súplicas que dejaba ir al menor quien saltaba sobre su mayor, su agujero era estimulado constantemente al igual que su próstata, era un maldito caliente sediento de sexo, quería que llegara hasta el fondo, que lo partiera a la mitad si era posible. Por primera vez en mucho tiempo no se abstuvo de gemir o pedir lo que tanto quería, estaba cerca de venirse, le recorría un escalofrío por toda su espina dorsal, mientras más brusco saltaba más dejaba salir su voz. Gold lo jaló hacia él recargando su peso en su cuerpo, lo tomo fuertemente del trasero para disminuir la velocidad y brusquedad con las que se penetraba.

—  Ah~, Daddy —

— No olvides que tus orgasmos me pertenecen —volvió nulos los movimientos— Tu voz, todo tú cuerpo es solo mío y para mí complacencia... ¿Lo recuerdas verdad? —movio su cadera en círculos.

— S-Si D-Daddy —mordió su labio inferior— Por favor... Lo deseo, hagame terminar —

— ¿Y que obtengo a cambio de que te vengas? —

— Ha-hare todo lo que me pida —murmuro, seguía sintiendo como su esfinter se abría y esa sensación era deliciosa— S-si quiere usar mi culo, mi boca o mi cuerpo... Ah~, se lo daré mmg~, no pondré peros Daddy... Cuando lo desee —movio sus caderas de arriba a abajo lo más que le era posible— ¡Oh~!, En la oficina, en el salón de juegos, en el auto Ah~, donde usted quiera tomar mi cuerpo mmg~ —

— Si yo deseo follar tu boca mientras tú juegas, me darás tu boca, ¿No?  —Fred asintio— Y si me apetece follarte en la mañana o a media noche, ¿Puedo hacerlo, verdad? —el chico volvió a asentir— Que lindo niño eres —acaricio su mejilla.

   Era un buen y obediente niño, acaricio su cabeza, lo levantó de la posición, tenían que hacer más cosas. Acostó al menor en la cama apoyando su rostro en esta y su culo lo alzo, tenía derecho a probar ese manjar, paso su lengua por esa linda entrada sintiendo al otro estremecer de inmediato, extendía el área y pasaba su lengua de arriba a abajo adentrándose en ese cálido lugar, Fred apretaba las colchas, se removía, gemia, hacían un desastre con su cuerpo y el lo hacía en las sábanas. Este momento tenía algo que le encantaba, sentirse dominado, faltó de propio control era tan erótico, era tan caliente, tan divertido.

    Unas lamidas más junto a la masturbación de su pene e hizo venir al más bajo, sus caderas seguían meneandose hacia atrás buscando más de la sensación placentera. Sujeto ambas caderas y empezó a entrar, cálido, húmedo y apretado, le satisfacían esos sonidos que dejaba escapar en cada embestida, se notaba cuanto lo disfrutaba, cuánto quería ser llenado.

— ¡Ah~!, ¡Mmmg~!, ¡Daddy~! — inconcientemente sonrió entre el placer que sentía.

   Una profunda embestida sacudió cada particula del cuerpo ajeno, al llegar y dar en ese punto especial que a muchos hacía delirar de satisfacción, ese bello lugar donde no se diferencia la realidad, de la fantasía, dónde solo se quiere sentir más, su punto dulce, su punto de mayor placer.

— ¡Daddy~!, ¡Ahí!, ¡Más fuerte!, ¡Ah~!, ¡Oh~! —suplico haciendo jirones con las sábanas.

— Mmg~... Si que te extrañaba —continuo embistiendo su cuerpo a una velocidad moderada, pero igual estaba algo cansado, que te despierten en la madrugada por sexo era un locura, mejor dejaría que el se encargará. Salió de el lentamente.

— Por favor... Póngalo dentro de nuevo —llevo sus manos atrás abriendo su trasero, indicándole que lo metiera— Se sentía genial Daddy... Quiero más de su polla —sonrio débilmente y con la respiración agitada— Daddy~ Daddy bonito... —