Sálvame. Hermione y Tú (T/N)

Capitulo 41

-¿Creíste que no iba a enterarme?

-Por favor, no lo hagas.

-¿Acaso te sientes más lista que yo?

-No, por favor, basta.

-Tranquila querida, no te haré nada. A ti no.

-¡TE LO SUPLICO!

-Me gusta que me supliquen.

-¡T/N, AYÚDAME!-escuché a lo lejos.

-¡DÉJALA IR!-dije mirando con odio a mi madre.

-Pero si apenas iba a comenzar-respondió burlona.

Mis manos estaban atadas, no podía hacer nada. Forceje todo lo que pude pero era imposible, sin mi varita no puedo hacer nada. Mi madre reía y bailaba por todo el salón burlándose de mi. Mis lagrimas caían por mis mejillas y parecía que no se detendrían.

-Hey, T/N-abrí los ojos.-¿Estás bien?.

Negué con la cabeza y me aferré a mi mejor amiga. Con una mano me sobaba la espalda y con la otra acariciaba mi cabeza. Ella sabía perfectamente cómo calmarme después de una pesadilla.
Mi respiración estaba muy agitada, apenas podía tomar aire. Mis ojos soltaron grandes lagrimas y eso hizo aferrarme aun más.

-Aquí estoy, todo está bien-susurró.

-¿Que hora es?-pregunté para cambiar de tema.

-Apenas son las 4 de la mañana-se separó un poco de mi.-Deberías dormir un poco más.

Asentí y me acosté lentamente. Pansy se levantó y fue por una pequeña toalla. Al regresar la pasó por mi frente, al parecer había estado sudando. Arrojó la toalla al piso y la miré, con mis ojos le pedí que durmiera conmigo y así fue. Después de unos minutos quedé profundamente dormida.

Estaba muy incomoda. Sentía toda mi sangre acumulada en mi cabeza y mi cuello me dolía. Abrí los ojos y sentí que iba vomitar. Estaba elevada en el aire de cabeza. Como pude traté de ponerme en buena posición pero no podía.

-Buenos días-dijo Pansy burlándose.

-BÁJAME AHORA MISMO-le grité.

-Creí que ya habías aprendido a pedir las cosas de buen modo, pero si así lo quieres...

-No, no, no.

Caí  sobre la cama lastimándome la mano. Miré por todas partes desesperada.

-¿Buscabas esto?-dijo Pansy mostrándome mi varita.

-Regrésamela ahora mismo.

-No quiero morir, T/N.

-Lo hubieras pensado antes.

Me levanté de un brinco de la cama y fue hacia Pansy. Al instante corrió hacia la puerta y salió de la habitación conmigo detrás. Corrimos por toda la sala común mientras los demás nos observaban. Recordé que me encontraba en pijama y eso hizo que me molestara aún más.

-NO HUYAS, COBARDE-grité.

-Wow, tranquila-un brazo me rodeó la cintura.-Princesa, no deberías correr así a estas horas.

-¡ME QUITÓ MI VARITA!

-Pansy-la miró.-Dale su varita.

Ella asintió y me la regresó. Apunte hacia ella y de nuevo ya no la tenía, Draco me la había quitado.

-¿Y ahora qué?-pregunté.

-Te tengo que educar-sonrío burlón.

-Cállate y dámela-extendí mi mano.