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- A-ah... uf, mierda, A-Yuan... - Luo Binghe suspira, entrecortado, apretando la sábana bajo su cuerpo entre sus dedos.
Shen Yuan le mira, atento, hambriento, deleitándose con la excitada expresión que poseía el menor en su rostro. Por su frente descendían gruesas gotas de sudor, sus ojos estaban entreabiertos, más oscuros de lo usual, sus labios se encontraban muy húmedos y con porciones rojizas por las mordidas que él mismo se proporcionaba. Estaba hecho un auténtico y hermoso desastre, y el era el causante y eso le encantaba.

Acuna en el interior  de su boca los testículos de Luo Binghe, succionando intensamente fuerte y haciendo apretar la expresión de su rostro, soltando una maldición al aire, bastante fuerte.

Los lame un poco antes de arrastrar su lengua por la larga extensión del miembro hasta llegar a la punta y mimarla con devoción, dándole pequeños besos calientes y un par de succiones que hicieron levantar a Luo Binghe las caderas del colchón.

- Trágatela toda... - Demanda Luo Binghe, llevando sus manos am cabello de Shen Yuan. Este sonríe levemente e ingresa solo una pequeña parte en el interior de su boca, haciendo sisear al menor. - Sé que puedes meterla más profundo, vamos... -

Shen Yuan gime alrededor del grueso falo en su cavidad bucal, aumentando la profundidad con la que lo succiona. Los sonidos húmedos hacen que, para Luo Binghe, todo sea casi demasiado.
Shen Yuan sumerge el gran miembro hinchado del menor en su boca, hasta dónde más puede, y, con las dos manos, abarca lo que no alcanza a entrar, masajeando con esmero  y buscando hacer acabar al menor en su boca lo más pronto posible.

Se moría por sentir el orgasmo del menor en su boca, viajando por su garganta e inundando sus papilas gustativas con el amargo sabor de su esencia. Quería sentir esa caliente semilla derramándose a lo largo de su lengua y quería que fuese abundante.

Esa sensación de ahogo y mareo al no poder respirar correctamente por las furiosas y nada complacientes  embestidas de Luo Binghe a su garganta lo hacían sentir como si fuese una puta, pues solo se excitaba aún más.

Intentó llevar una de sus manos a su propia erección, buscando un poco de alivio, sin embargo, al notar aquel detalle, el menor gruñó, mirando a Shen Yuan con los ojos líquidos de lascivia y muy enojados.

(Que es este, el luo original? Jaja)

- Si quieres correrte, hazme correr primero. - Le advierte, con la voz ronca como el infierno. Shen Yuan gimió en desaprobación, pero aquello le hizo querer hacerle terminar mucho más rápido, así que, tomando aire profundamente, logró meter un poco más de la mitad en su boca, sintiendo arcadas. La saliva se acumulaba en abundancia en sus manos, las cuáles masturbaban a Luo Binghe efusivamente.

Siguió chupando más fuerte y empañando su boca en la gran dureza del menor hasta que éste movió abusivamente sus caderas, dejándose caer del todo en la cama. Shen Yuan pensó, entonces, que se correría, pero Luo Binghe se sentó de repente y me empujó de los hombros, apartartandolo por completo de su erección.

Shen Yuan le miró confundido. Luo Binghe se limitó a besarle en los labios con necesidad. Una vez logró juntar la suficiente fuerza de voluntad para apretarse de la boca del mayor, Luo Binghe se obligó a ponerse de espaldas.

- Ponte en cuatro. - Ordenó, con la voz grave. Shen Yuan obedeció, un poco aturdido. El menor se ubicó debajo del cuerpo de Shen Yuan, completamente acostado con su cabeza en la almohada y dejando el culo empinado de este justo en su rostro. Shen Yuan entendió lo que el menor pretendía hacer cuándo éste empujó su erección contra su boca, indicándole silenciosamente que siguiese chupando.

Y estuvo a punto de hacerlo, pero, en ese momento, Luo Binghe ahondó en su entrada con su lengua de repente, como en la madrugada, y Shen Yuan se retorció, arqueando la espalda.

•Falofilia• LuoshenWhere stories live. Discover now