♡; f o u r

54 13 0
                                    

Son las dieciocho horas, había pasado bastante tiempo desde que estábamos parados mirando el río, un silencio que hasta ahora ha durado lo mismo. El atardecer es la segunda cosa más bella que me ha regalado el día, mientras miro el cielo me doy cuenta que necesitaba esto desde hace mucho, un momento conmigo y dejar salir todo aquello que alguna vez me hizo daño, desafortunadamente no podía hacerlo completamente pues Jimin estaba aquí, por lo que no quería que comenzará con las preguntas.

La ligera fuerza del viento movía los mechones de cabello que caían frente a mi rostro y al mismo tiempo cubrían la mitad de cara, desde la nariz hasta la frente, jamás me gustado tener el cabello corto creía que me hacía parecer un soldado o algún miembro político, así que opte por dejarlo crecer a un nivel medio. Sin más tomé mi cámara y grabé mi alrededor en específico aquel cielo cubierto de nubes de color anaranjado y algunas rosadas, sin embargo cuando menos lo pensé me dirigí a mirar a Jimin y ahora la perfecta escena del atardecer y aquel muchacho parecían una fotografía viviente a través de esta barrera que es el lente de un simple objeto que guarda momentos para luego convertirlos en recuerdos.

— ¿Te gusta mucho mirar al cielo? — susurró con una sonrisa —

— Sí — sonreí —

— Desde que llegamos no has dicho nada y tu teléfono celular ha estado sonando muchas veces ¿Por qué no respondiste ninguna Jungkook?

Y mi sonrisa se borró.

¿Cómo iba a decirle que quien me llamaba era un chico que me hizo miles de trozos de cristal?

Que me aprendí su número y que luche con toda la fuerza de voluntad que mi subconsciente fue capaz de brindarme.

— No es necesario que me respondas si tú no quieres, descuida está bien — sonrió de lado —

— Si te lo digo ahora te alejaras de mí y no quiero eso — susurré —

— ¿Qué? Por supuesto que no, no puedo juzgarte sólo por saber una diminuta cosa de tí Kook.

— Lo harás si te lo digo — bufé — ¿Sabes? Será mejor que vuelva a casa ya es un poco tarde, tú deberías hacer lo mismo.

— No, claro que no... — agitó sus manos — Si no me lo quieres decir ahora, será después, cuando tengamos un poco más de confianza ¿De acuerdo?

— Vámonos — suspiré —

— Bien, hay que ir a casa — avanzó primero que yo, después de eso me golpeé mentalmente unas tres veces, todo gracias a mis palabras dichas al aire —

Felicidades a mí :)

Por haber roto lo que restaba de un buen día.

Bravo Jeon.

Caminábamos por aquel sendero, yo iba detrás de Jimin tomando algunas fotos y filmando mis pies, creo que cada uno estaba encerrado en su mundo, dónde los problemas son diferentes, quizás él no tenga ninguno y sea completamente feliz, imagino que debe ser despreocupado tanto que no le importó salir minutos antes de que acabará la jornada escolar, me detuve un momento para recargar mis manos en los tubos que formaban aquella valla entre el límite del Río Han y nosotros.

— Necesito gritar — susurré —

Claro que lo necesitaba, esas ganas inmensas me están consumiendo como el agua sobrepasando su punto de ebullición.

— ¿Ahora vienes aquí también? — no, no podía ser posible, de nuevo estaba a mi lado ese muchacho un poco más alto que yo, de cabellos mínimamente rizados que hace volar y dejar caer a mi corazón, Ma Ru reabre cada herida que fue capaz de hacer en mí —

The art of love - Jikook -Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ