♡; s i x t e e n

46 10 0
                                    

Habíamos llegado a Seúl, me sorprende que Jimin aún no se haya ido a su casa, pues nos encontrábamos en mi habitación, yo terminaba de unir los clips que grabé durante mi viaje a Busan, él sólo está mirando mis dibujos de la pared, el ambiente es algo silencioso y creo que también un poco aburrido.

Así que decidí encender la radio, la canción la desconozco pero tiene un buen ritmo.

— ¿Tanto se notaba la incomodidad? —rió mirándome.

— No era incómodo es que creí que estábamos muy amm, callados —sonreí.

— Ya que es una canción algo rítmica, podemos bailar ¿no crees?

— Tal vez, pero estoy ocupado, baila tú si quieres.

— Desde que volvimos te la has pasado ahí sentado sin parpadear, es momento de que tomes un descanso Jungkook.

— No puedo, hacer un documental lleva su tiempo y eso es lo que no tengo ahora, cada día que pasa se acerca más el día de la entrega y yo estoy muy atrasado.

— Llevas tres horas, estoy seguro que has avanzado lo suficiente —se acercó a mi lado, mi corazón late muy rápido.

— Mejor —afine mi garganta— dime qué te parecen mis dibujos.

— Son buenos —se encogió de hombros.

¿"Son buenos"?

¿En serio sólo eso?

— Ah...

— Sí, he visto mejores.

— ¿Qué? —lo miré confundido.

— Que he visto mejores —sonrió.

— ¡Oye! —me levanté un poco molesto, sin darme cuenta de la corta distancia entre su rostro y el mío.

— Dime... —elevó sus cejas.

— Puede que mis dibujos no sean lo mejor que hayas visto pero no sabes lo mucho que me he esforzado para que luzcan bonitos y adornen mi habitación.

¿Por qué me está mirando con burla?

A mí no me resulta para nada gracioso.

— Quien lo diría, decir que tus dibujos no son muy buenos haría que te levantarás de esa silla —miró el mueble.

— ¿Eh?

— Lo logré —sonrió.

Oh.

Y ahí fue cuando noté los escasos centímetros entre nuestras caras, una especie de hormigueo recorrió mi espina dorsal y me alejé de inmediato.

— Y-Yo, oye... tú... ¡Eso fue trampa! —dije nervioso.

— Fue una estrategia para que descansarás y funcionó.

— No importa...voy a volver a trabajar.

— No sin antes disfrutar de esta canción como si estuviéramos en una fiesta —se acercó a la grabadora y le subió el volumen al máximo.

— Jamás fui a una fiesta —y no mentía— baila y disfruta tú solo.

— Jungkook...eso no importa sólo sigue el ritmo de la canción.

— Jimin —bufé.

— Jungkook.

— Bien —suspiré rendido— Bailemos.

— ¡Sí!

Él comenzó a mover su cuerpo al ritmo de la canción, aquellos movimientos me dieron un poco de gracia, brincaba de un lado a otro, haciendo el típico movimiento del buzo, no lo pude evitar y me reí a carcajadas.

The art of love - Jikook -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora