Apuesta | Eren

07. ❝ 𝑱𝒖𝒆𝒈𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒔𝒆𝒅𝒖𝒄𝒄𝒊𝒐́𝒏 ❞

Me dirigí hacia el estacionamiento, subí a mi auto y empecé a conducir. Aún tenía unos treinta minutos de margen si no había tráfico, y un poco más si había. Estaba un poco ansioso, pero traté de mantener la calma. La emoción de ver a Eren de nuevo me hacía sentir un poco nerviosa.

Finalmente llegué al lugar justo a tiempo. Era un lugar privado, probablemente la residencia de Eren. Era bastante parecido al de mi familia, con una gran puerta de entrada y una reja que rodeaba la propiedad.

Llamé al número desconocido que me había dado hoy, y abrieron la puerta de la reja. Seguí manejando hasta llegar a la puerta principal, donde me estacioné. Eren me esperaba en la puerta con una camisa color vino abierta de cuatro botones, mostrando su marcado cuerpo. Su cabello estaba atado en una pequeña cola y sus ojos me miraban fijamente cuando bajé del auto.

Noté cómo sus ojos recorrían mi cuerpo, viendo que no llevaba el mismo vestido que ayer. Su mirada parecía desafiante, y mi respuesta en mi mente y en mi mirada era un "sí" rotundo, acompañado de una pequeña sonrisa. Me sentía un poco coqueta, pero no podía evitarlo. Eren era un hombre muy atractivo y su confianza era contagiosa.

— Hola, bonita — dijo Eren, sonriendo mientras se acercaba a mí. — Me alegra que hayas podido venir.

— Hola, Jaeger — respondí, tratando de mantener la calma. — Me alegra haber podido venir también.

Eren se rió y me tomó la mano, llevándome hacia la puerta de entrada. Me sentía un poco nerviosa, pero también emocionada. No sabía qué esperar de la noche, pero estaba dispuesta a disfrutarla.

Su mansión era enorme y estaba decorada con detalles lujosos. Era evidente que le gustaba presumir su dinero, a diferencia de mí, que prefería la sencillez a pesar de tener una gran fortuna. Me sentí un poco abrumada por la opulencia que me rodeaba, pero Eren parecía completamente a gusto en su entorno.

Eren aún sostenía mi mano mientras me llevaba al sofá, donde me senté. Luego pasó su mano por mi cintura, y sentí un leve escalofrío al notar lo grandes y fuertes que eran sus manos. Me sentí un poco incómoda, pero también intrigada por su confianza.

— ¿Quieres una copa de vino? — me ofreció, sonriendo mientras se dirigía hacia la barra.

— Está bien. — acepté, agradecida por su atención. Me senté un poco más cómoda en el sofá, observando cómo Eren se movía con facilidad por la habitación. Su presencia era impresionante, y no podía evitar sentirme atraída por él.

Eren regresó con dos copas de vino y se sentó a mi lado en el sofá. Me ofreció una copa y nuestras manos se tocaron mientras yo la aceptaba. Sentí un pequeño estremecimiento al notar el contacto, pero Eren pareció no darse cuenta. O tal vez sí, y simplemente estaba decidido a ignorarlo.

"Gracias", dije mientras tomaba un sorbo de vino, sintiendo el sabor suave y afrutado en mi paladar. "¿Cuál es tu petición, Eren?", pregunté, todavía molesta por el desafortunado suceso que había ocurrido. Aunque traté de mantener la calma, mi voz todavía tenía un tono de irritación.

"Pero vamos despacio", dijo Eren con una sonrisa tranquilizadora, como si supiera que estaba molesta y quería calmarme. Me puse nerviosa por un momento, ¿qué estaba pasando? Eren era muy guapo, pero también muy engreído. No sabía si podía confiar en él.

"Bueno", respondí con frialdad, tratando de mantener la distancia. Pero Eren no pareció darse cuenta, o tal vez simplemente no le importaba.

"Tu frialdad me lastima", bromeó, sonriendo mientras se acercaba un poco más a mí. Me sentí un poco incómoda, pero traté de mantener la calma.