Amor Fingido (Jasper H y Alice C)

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Jueves, el día antes de que se completara el proyecto 'Baby Care', Alice y Rosalie no estaban en la escuela. Hazel estaba preocupada hasta que le preguntó a Emmett.

"Se fueron de viaje con nuestra mamá", explicó Emmett. Hazel asintió. "Regresarán más tarde hoy, Hazelnut. No tienes que preocuparte."

Emmett pasó su brazo por encima del hombro de Hazel. Hazel ya acostumbrada, movió a Marco para que el bebé no se cayera antes de volverse hacia Emmett.

"He estado pensando", comenzó Hazel, "y quiero saber si hay alguna razón por la que ya no pueda ir a vuestra casa. ¿Hice algo mal? ¿Os ofendí de alguna manera?" Emmett se quedó en silencio y no la miró. "Tus padres me odian, ¿no?"

"¡No! ¡No! ¡No! ¡Nada de eso! En realidad es lo contrario", respondió Emmett, un poco demasiado rápido para el gusto de Hazel. "Es solo que, uh, nuestra mamá ha estado muy enferma últimamente".

"Pero dijiste que salió de viaje con Rosalie y Alice" Hazel enarcó una ceja al chico. Emmett maldijo en silencio.

"Ella mejoró." Se rió entre dientes torpemente. "Ella nos dijo que quería un poco de aire fresco". Hazel lo miró intensamente antes de encogerse de hombros con cansancio.

"Okey." La mandíbula de Emmett casi golpea el suelo con su fría respuesta.

Obviamente, Hazel sabía que el chico estaba escondiendo algo. Sin embargo, se negó a fisgonear más. Le preguntaría a Alice cuando la chica regresara.

Los dos se dirigieron al gimnasio para su clase de educación física y se alinearon con los otros estudiantes. El profesor, el señor Harvey, pasó lista antes de dividirlos.

Mientras los chicos entraban en el vestuario, Hazel miró a Emmett con sospecha. Edward Cullen miró a su hermano, Emmett simplemente negó con la cabeza en respuesta.

☆

Tan pronto como Hazel se dirigió a Home Ec, casi gritó de júbilo. Alice estaba sentada en su lugar, hablando animadamente con Jasper. Prácticamente corrió hacia ellos, Alice notó a su amiga emocionada y saludó felizmente.

Hazel fue a saludar de nuevo, pero su muñeca fue agarrada por una mano cálida. Se volvió para encontrar a Christian, su expresión de celos y molestia.

"¿Qué estás haciendo, Chris?" Hazel siseó en voz baja.

"Podría decirte lo mismo, Hazel", escupió Christian. La soltó y se cruzó de brazos. "¿Por qué sales con los Cullen?"

"¡Porque son mis amigos también, Christian! ¿Cuál es tu problema con ellos?" Christian se burló y se sentó en su silla.

"¡Mi problema es que esos monstruos pálidos y de piel fría ya no me dejan pasar el rato contigo!" Christian gruñó. Hazel dio un paso atrás por miedo. "¡Ya casi no te sientas con nosotros! Solo te sientas con esos-" gruñó al final.

"Señor Smith, ¿hay algún problema?" Preguntó la Sra. Keery desde el frente del salón de clases.

"Sí, lo hay." Agarró sus cosas y salió furioso del aula.

Hazel miró la puerta por unos segundos más mientras escuchaba a la maestra llamándolo. Se sentó en su asiento, estupefacta.

☆

"¿Qué pasa con tu amigo?" Alice decidió hacer la pregunta que la había estado molestando desde el cuarto período. Ella y los Cullen estaban en el estacionamiento una vez más.

"Solo está molesto por algunos pequeños asuntos, eso es todo", mintió Hazel entre dientes. "Tiene muchas cosas en su plato en este momento".

Eso no fue mentira, Christian Smith en realidad vivía en la reserva. En lugar de ir a la escuela allí, le habían concedido permiso para estudiar en la escuela secundaria. La madre de Christian era parte de la tribu Quileute, pero se había mudado dos años antes. Su padre había fallecido unos meses después del nacimiento de Christian después de vivir con cáncer de pulmón. Los demás en la reserva lo habían acogido y se habían asegurado de que el niño estuviera bien cuidado.

"Está bien, bueno, espero que os reconciliéis pronto", sonrió Alice. Entonces, su cuerpo se congeló. Sus ojos brillaron y parecía estar en otro lugar.

"¿Alice?" Hazel miró a su amiga con preocupación. Volvió a la realidad y sus ojos parpadearon hacia el otro lado del estacionamiento.

Hazel también miró hacia allí. Vio un coche grande entrando, pero luego perdió el control, se desvió violentamente para evitar cosas en su camino. Hazel se volvió hacia donde podría estar el punto de impacto y vio a Isabella Swan parada junto a su camioneta con miedo. Hazel dio un paso adelante, pero una mano la retuvo. Se volvió hacia Isabella solo para ver el coche pegado al camión rojo.

"¡Mierda!" Hazel gritó la maldición.

Edward Cullen apareció de repente entre los dos coches y se apresuró a caminar de regreso a su coche sin mirar atrás, Hazel parpadeó para confirmar que era él. Miró con incredulidad mientras Alice la empujaba hacia el coche de Rosalie. Hazel no pudo salir de su aturdimiento mientras se abrochaba.

¿Cómo diablos llegó allí tan rápido?

"Alice..." Hazel se giró hacia la conductora, que tenía una expresión angustiada, "Alice, ¿qué mierda acaba de hacer Edward? ¿Cómo pudo haber llegado tan rápido? ¿Cómo demonios detuvo ese coche?"

Alice se mordió el labio y se encogió de hombros. "Debe haber sido una descarga de adrenalina", se rió torpemente.

Toda la situación estaba estresando a la morena. El aroma de Hazel que soplaba hacia ella gracias al viento no ayudó.

"Probablemente podría entender eso con el coche, ¡pero no la velocidad ! ¡Era como Flash!" Alice no miró a la niña. "Él... él no toma drogas, ¿verdad, Alice?"

"No, no lo hace," suspiró Alice.

"Entonces como-"

"¡No lo sé, Hazel!" Alice gritó. Hazel se detuvo y miró. "Lo siento, Hazel. No quise gritarte."

"No debería haber hecho tantas preguntas", suspiró Hazel, sorprendida.

Pero Hazel no había terminado, no todavía. Hizo un plan para buscar hasta encontrar una razón aceptable sobre cómo hacerlo. Y, vaya, ella no iba a parar.

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