Capítulo 15

10.7K 559 12
                                    

MATT

Cuando llegamos a casa de Judith, paro el coche justo en frente y Kenzo se gira para mirarla.

- ¿Estarás sola en casa? - Le pregunta.

- Si. - Responde ella con un hilo de voz.

- ¿Y tus padres?

- Mi padre está siempre trabajando, y cuándo viene a casa, apenas hablamos, no nos llevamos bien. Y mi madre - hace una pausa y la miro por el retrovisor, tiene la mirada triste. - no sé que hace mi madre.

- ¿Y no tienes hermanos? - Joder, qué cotilla es.

- Si. Dos.

- ¿Y dónde están? - Miro a Kenzo y le lanzo una mirada asesina para que deje de atosigarla a preguntas.

- Mis padres los echaron de casa. A mi hermana por enamorarse de alguien qué mis padres no aceptaban y a mi hermano lo echaron por ser gay. - La vuelvo a mirar a través del retrovisor y la observo. Tiene la mirada ida. No me había dado cuenta del silencio incómodo que se ha formado. Me mira y veo que sus preciosos ojos miel no transmiten lo que días atrás transmitían, está hundida y me siento fatal. Entonces veo que va a abrir la puerta y nos mira. - Bueno yo me voy ya, muchas gracias por todo.

- Si quieres nos podemos quedar a hacerte compañía.

- Si queréis vale. - Kenzo sale del coche, pero yo no me muevo, me quedo inmóvil, mirando al frente. Los dos me miran expectantes, así que opto por hablar.

- Yo no puedo. Tengo qué irme. Llamadme si necesitáis algo. - Veo como Kenzo asiente y a Judith le cambia la cara, de triste a... ¿decepcionada? Arranco el coche y me incorporo lo más rápido posible al tráfico. Por el retrovisor veo como Kenzo y Judith entran en la casa y eso me provoca una punzada en el vientre qué me recuerda qué ese dolor que acabo de experimentar, se llama celos. Acelero todo lo que puedo hasta llegar a mi apartamento. Detengo el coche justo delante y paro el motor. Me cabrea qué esté celoso de que mi amigo intente acercarse a Judith y me cabrea aún más que esa chica me provoque esta sensación. Me juré a mi mismo hace mucho que no volveria a sentir nada por ninguna chica, gracias a Ashley. Ashley fue mi gran primer amor, el primero y el último, me rompió el corazón. Judith me recordaba a ella al principio, una niña de papá con una vida perfecta, pero cuando nos ha contado lo de su familia, me he sentido fatal. La juzgué sin conocerla, no la traté bien, y por cómo hablaba de su familia, lo último que necesita es un capullo más en su vida. Le doy un puñetazo al volante y salgo del coche. Entro en casa y subo directamente a mi habitación por las escaleras de caracol negro qué tanto me gustan. Me empiezo a despojar de la ropa por el camino hacia el baño y cuando entro, me meto directamente en la ducha. Necesito despejarme, necesito olvidar a esa chica, no le convengo. El agua cae sobre mi cuerpo y me apoyo contra la fría pared. Joder. Necesito desaparecer de su vida, tiene a Kenzo, el la cuidará, yo ya no puedo cuidar de nadie. Mi móvil empieza a sonar y eso me sobresalta. Apago el grifo y salgo empapándolo todo. Es mi hermano.

- Dime Dan.

- ¿Puedo venir a tu casa a comer?

- Claro.

- Llego en media hora. - Me cuelga y me aparto el teléfono de la oreja. Tengo la tentación de enviarle un mensaje a Judith. Hace casi una hora que los he dejado en su casa y necesito saber si está bien.

"Culo bonito, ¿Aún está Kenzo contigo?" - No hay respuesta. Dejo el móvil en una estantería y voy a la habitación para cambiarme. Cuándo vuelvo para recoger la ropa sucia del suelo, el teléfono vibra. Me ha contestado.

"No, ya se ha ido. Y no me llames culo bonito." - Sonrío como un idiota y no sé si es por el hecho de qué Kenzo se haya largado o porque me gusta mosquearla.

"¿Todo bien?"

"Si. Dentro de un rato me iré a Washington."

"¿A qué?"

"Con mi hermano, necesito descansar un par de días." - Sólo se va dos días, eso me alegra.

"Ten cuidado."

"Descuida, siempre lo tengo, un beso."

Me miro en el espejo y me quedo pensando, quiero ir a verla, abrazarla y saber que va a estar bien. "¿Qué estás haciendo Smith?" me pregunto mentalmente. A la mierda. Me pongo los zapatos y bajo volando las escaleras. Cojo las llaves del coche y mientras camino hacia el, llamo a mi hermano.

- Dan, lo siento, pero no puedes venir.

- ¿Por qué?

- Tengo que hacer algo, adiós. - Cuelgo antes de oír sus quejas y me subo al coche. Enciendo el motor y me miro en el retrovisor. "Te vas a arrepentir", ignoro a mi conciencia y arranco rapidamente incorporándome al tráfico.

I WANT MORE (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora