Lele tiene el plan perfecto para retomar las riendas de su vida, resistir al infierno llamado universidad y luchar por aquel sueño que había dado por perdido.
El nombre de Edmund no figura en el proyecto. Sin embargo, luego de un inesperado reencue...
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Lele
Cory Morgan es corpulento, tiene un rostro alargado lleno de lunares, ojos caídos y cejas gruesas. Tiene el aspecto de un chico tímido que te hace sentir empatía hacia él cuando lo ves. Su cabello marrón le cubre la frente y tiene la mirada fija en mí.
Por un segundo me paralizo, luego mi ceño se arruga y aparto la mirada. Oprimo el botón correspondiente para activar los seguros de mi auto y me apresuro a alejarme de él como si no lo hubiera visto.
Sin embargo, cuando paso a su lado, Cory me sujeta del brazo para detenerme.
—¡No me toques! —escupo mientras me sacudo su mano de encima al acto.
—Lele, por favor...
—¡No! —Niego con la cabeza, luchando por no perder los estribos como la última vez—. No. Solo vete. Ya te lo dije, Morgan, no quiero escuchar nada de lo que tengas para decir. Me importa una mierda si la culpa no te deja vivir en paz. Solo haz tu puta vida lejos de la mía. Es todo lo que quiero.
—Por favor, solo escúchame una última vez y...
Suelto una risa irónica.
—Sí, claro. ¿Tomamos un café juntos también? ¡Vete a la mierda, imbécil! Tú tomaste tu decisión esa noche, ¿recuerdas? Ahora vive con ello, no me importan tus excusas ni tus disculpas.
Me dispongo a alejarme de él, pero solo doy dos pasos antes de chocar contra el pecho de alguien. Cuando levanto la vista, veo que se trata de Axl Jones. Él me mira y luego a Cory.
—¿Está todo bien?
Oh, cierto. Que ellos se conocen, ¿verdad? Quizá hasta son buenos amigos. De pronto esa idea me asquea, así que paso de Axl sin responder su pregunta y me apresuro a alejarme de ambos. Cuando voy a mitad de las escaleras del edificio donde tendré mi clase, escucho que alguien sube corriendo detrás de mí y luego se adelanta para bloquearme el paso.
Axl me contempla con sus grandes ojos azul verdosos muy abiertos.
—Lele...
Aprieto la mandíbula.
—¿Qué, Jones?
Sus cejas se juntan con preocupación.
—¿Estás bien?
Resoplo.
—No, no me gusta encontrarme con tu amigo.
Axl esboza una mueca y yo cruzo los brazos.
—¿Él hizo algo tan horrible para que te sientas de esa manera?
—¿Preguntas porque en verdad no lo sabes?
El rubio baja la mirada y se muerde el labio.
—Cory siempre habló sobre haber lastimado a una chica que quería y estar muy arrepentido. Nunca fue específico al respecto, Lele. Hasta ahora solo se me ocurre que tuvieron una relación amorosa y terminaron mal por su culpa.
