Capítulo 20

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Lele

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Lele

Domingo 30 de octubre

Un par de cosas interesantes pasaron en la fiesta de anoche. Shauna se fue con Harry al apartamento de él, pero eso no sorprendió a nadie. Luego Ed y yo buscamos al resto para marcharnos también, pero solo encontramos a Micky y él dejó en claro que prefería aceptar el aventón que su Thor le ofreció.

No pudimos encontrar a nadie más, así que regresamos a casa con la esperanza de que ya estuvieran aquí. Alerta de spoiler: la única en casa era Ivy. Ella y alguna persona desconocida, dueña de un auto que estaba aparcado afuera, con la que se encerró en su habitación.

De modo que Ed y yo nos sentamos en el sofá con una cobija a esperar noticias de Blair y de su hermano. En algún momento de la madrugada ella me envió un mensaje para avisar que estaba bien, que no me preocupara por nada, y al final supongo que Ed y yo nos quedamos dormidos antes de saber sobre Jayden. Menos mal que fue así, porque si nos hubiésemos puesto juguetones como en el club, probablemente habríamos terminado por quitarnos la ropa en mi habitación. No es que la idea fuera espantosa, de hecho, pero el momento no habría sido el ideal.

Ed se remueve y yo sonrío mientras entierro mi mano en su suave cabellera oscura, lo que provoca que él levante la vista hacia mí. No puedo evitar reír porque los restos del maquillaje de pirata en su cara, que anoche se negó a dejar que le quitara, lo hacen ver como un panda desorientado en este momento.

—Hey... —dice con la voz somnolienta y una pequeña arruguita en el medio de sus cejas; luego echa un vistazo hacia la ventana, donde la luz solar se cuela—. Nos quedamos dormidos.

—Sí. Lo noté hace cinco minutos que desperté.

Ed me sonríe en medio de un bostezo, se quita la cobija de encima y se incorpora para estirarse un poco. Me pongo en pie también y le ofrezco café entretanto lo veo acercarse a la ventana.

—Acepto el café, gracias —contesta de forma distraída mientras observa algo en el exterior—. El escarabajo de Jay está afuera.

—¿Habrá llegado mientras dormíamos y se quedó allí?

Ed voltea verme.

—El auto parece vacío.

—Oh... —Parpadeo—. Quizá es hora de pasar lista para comprobar a los sobrevivientes de la fiesta de anoche. —Llevo una mano a mi cabeza, que duele un poco debido al desvelo—. Pero tomemos café primero.

Ed ríe al tiempo que asiente y me sigue a la cocina. Se entretiene viendo la caja de Blairmergencia que instaló Shauna mientras preparo las dos tazas de café. Por lo general no soy una persona de esta bebida tan alabada por todo el mundo, solo lo tomo para recuperarme de una trasnochada, como en esta ocasión.

Enseguida le entrego una taza de café a Ed y me quedo con la otra. Descansando mi espalda contra la pared, bebo un poco del líquido caliente y sonrío. Ed, que se apoya de la encimera, lleva una mano a mi mejilla.

El plan perfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora