TIERRA DE REYES

Capitulo 40

Tercera Persona
En el jardín del rancho

"¡Esto ni siquiera alcanza para nada!" una trabajadora del rancho se manifesta, al igual que muchos otros. Ellos necesitaban el dinero y lo que les estaban haciendo era inumano. Emperatriz seguía caminando para alcanzar a la multitud de gente y así poner en su lugar a Leonardo.

"Así es, a mi también me parece una barbaridad lo que el señor Montalvo está haciendo." Emperatriz dice de la nada, acercandose al grupo. Los ojos de todos caen sobre ella y se hace silencio. Los ojos de enamorado de David no mentían, pero aún así se aguantó las ganas de sonreír al mirarla y se quedó sério.

Otros ojos que tampoco mentían eran los de Leonardo. Él no la soportaba, al igual que ella no lo soportaba a él.

Leonardo ignora a Emperatriz e intenta seguir con su discurso. "La otra opción seria reducir el personal y creo que eso no va a convenir. Van a salir perjudicados, todos ustedes."

"Ya están siendo perjudicados." Emperatriz le dice a Leonardo, mirandolo de frente y poniendose al lado de sus trabajadores.

"Empe, te pido que no te metas en esto. Tú no entiendes nada de economia ni de como manejar el rancho." Leonardo le dice asperamente a su cuñada, quien le dedica una sonrisa falsa.

"Yo crecí viendo como mi padre manejaba este rancho y aunque no haya estudiado economia, no soy ninguna tonta." Emperatriz le dice, encarandolo. "Si mi papá estuviera aquí, nada de esto estaria pasando. Sabes tan bien como yo que no estamos mal economicamente y que el dinero que podamos ganar con su reducción en el sueldo no lo necesitamos. Si no fuera por estas personas que se parten el lomo trabajando todos los días, este rancho no seria el mejor del estado."

Los trabajadores apoyan el discurso de Empe y empiezan a protestar otra vez. Andrea y Sofía se quedan boquiabiertas con lo que su hermana menor acaba de causar. David tenía ahora una pequeña sonrisa en la cara, orgulloso de su, ahora, novia.

"Tú no sabes lo que dices, Emperatriz." Andrea dice, apoyando a su cuñado.

"Empe, no te metas en estos problemas. Deja que Leonardo los resuelva. Él es el director." Sofia le dice a su hermana menor.

"Lo dije en la junta y lo vuelvo a repetir aqui, no estoy de acuerdo con esta estupidez." Emperatriz dice firmemente, ignorando a sus hermanas. "Pero como no solo depende de mi, yo no puedo hacer nada, queridos y queridas. Solo les quería dejar claro que en mi tienen una aliada y que si necesitan algo, me lo hagan saber."

Leonardo respira fondo y ve a su cuñada caminando hacia Sofia.

"No sé que fué lo que te pasó, ni como fué que este imbécil te lavó el cerebro, pero acabas de desilusionarme como no tienes idea." Emperatriz le susurra a Sofia, quien se aguanta para no empezar a llorar. Empe y ella nunca discutían y después de lo que acababa de pasar, lo más probable era que Empe se alejara de ella.

Emperatriz le echa una ultima mirada a Leonardo y se va para la casa, dejando a los trabajadores discutiendo con Leonardo y sus hermanas.

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Afuera del almacén de los materiales
David Gallardo

Todavía no puedo creer lo increíble que es Empe. La manera en la que desafió a Leonardo y ponerse en su contra delante de todos nosotros, solo muestra que ella es una persona con la cual podemos contar. Temo que su rebeldía le traiga consecuencias, y no quiero que su madre la castigue y mucho menos que Leonardo se quiera vengar de ella, haciendole daño. Si pudiese, daría mi vida por ella. Lo arriesgaria todo por ella.

Mi miedo más grande es que no me perdone por ocultarle la verdad. Ser un Gallardo es, en este momento, mi cruz más grande. Estoy muy orgulloso de mi familia, de mis antepasados, de mis hermanos, de mis padres y amo ser un Gallardo. Pero este apellido que tanto amo es el obstáculo más grande entre Empe y yo.