Capítulo Dos

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De repente, Harry se sintió mareado, y entonces, con el corazón en la garganta, trató de enfocar de nuevo la vista en su apuro por ver lo que decía la carta.

"Querido Harry", comenzó con su garabato elegante.

"Han pasado varias semanas. Granger tuvo la amabilidad suficiente para informarme de la situación, y solo quería hacerte saber que, aunque lo entiendo, la pérdida no ha sido fácil de soportar. Sin embargo, es tan propio de ti el que por fin nos hayamos introducido en nuestras enmarañadas vidas de una manera que, como tú dices, "realmente tiene sentido", solo para que me abandones por aventuras lejanas. Una vez Gryffindor, siempre Gryffindor, supongo.

"Pienso en ti a diario, echo de menos nuestros debates a la hora del almuerzo, nuestros rituales de domingo por la tarde. Mis amigos son demasiado educados para insultar mis últimas actualizaciones en el piso, alegando que tengo "gusto de suburbio". Qué poco saben, ¿eh?

"No estoy seguro de cuánto tiempo piensas estar ausente, tengo la sensación de que nadie lo sabe. Así que velaré por ti, amigo mío. Me temo que no hay nadie en el mundo que al menos intente comprenderme como tú lo haces y, ciertamente, no hay nadie más en mi vida con el valor de hacerme reír como lo haces tú.

"Supongo que lo que estoy tratando de decir es que, para mí, eres irremplazable, pero creo que tal vez ya te habías dado cuenta por ti mismo. Tus amigos han sido amables, y espero que sigan siéndolo. No estoy seguro de qué haría si te perdiera por completo de mi vida.

"Cuídate.

"Tuyo, Draco."

Harry tragó alrededor del nudo que tenía en la garganta, permitiéndose pensar en Draco de una manera en la que no se había permitido en años. Haber encontrado en Draco Malfoy un amigo que no sabía que le faltaba era uno de los aspectos más notables de su vida antes de la AIM. Su insignificante rivalidad de la infancia había quedado atrás desde hace tiempo y por fin había podido comprobar lo bien que trabajaban juntos, ya que sus caminos se cruzaban en el trabajo, sí, pero también en la simple solidaridad de su amistad.

Harry había tocado fondo después de haber finalizado su entrenamiento, sintiéndose a la deriva, sin encontrar un sentido lo suficientemente fuerte en el simple hecho de existir. Con solo el día a día manteniéndolo en marcha y sin grandes batallas que librar, se dejó caer, amenazando con desaparecer bajo el peso y expectativa de su pasado.

Había sido Draco, entre todas las personas, quién se había identificado con el torbellino de emociones que amenazaba con ahogarlo y, por segunda vez en sus vidas, le ofreció su mano a Harry en señal de amistad. Esta vez sí la tomó.

Alcanzó la siguiente carta, animado por el hecho de que había más de una, de que Draco, aparentemente, no había renunciado a él como Harry casi había renunciado al resto del mundo. De todos sus amigos, Harry era plenamente consciente de que Draco fue al que más había alejado durante el tiempo que estuvo fuera, sin querer contemplar que, tal vez, no volvería a verlo.

"Querido Harry,

"La Navidad se acerca y todavía no hay noticias tuyas. Empiezo a darme cuenta de que tal vez no vuelva a saber nada de ti, y tengo que decir que eso es un poco difícil de manejar en esta época del año. Aunque no puedo imaginar estar bien con la idea si es que todavía no estás de vuelta cuando el verano haya llegado y el sol esté aquí para ahuyentar la oscuridad. Pero ahora, el que la gente a mi alrededor está celebrando con sus seres queridos, hace que me percate de lo que en mi cautela pude haber dejado ir de entre mis manos.

"Te he comprado un obsequio, porque sé que pondrás mala cara si te presentas frente a mi puerta y yo no he anticipado tu milagroso regreso con un regalo. Espero poder dártelo pronto.

Letters Through Time (Traducción)Where stories live. Discover now