Gordito

열 둘

--Hobi...--Jungkook estaba sumamente preocupado y tenia motivos para estarlo, Hoseok había pasado llorando casi todo el día. La razón Yoongi no había ido a la universidad y tampoco contestaba el celular.

--¿Que?--contesto en un leve susurro el peli-rosado limpiando una lagrima silenciosa.

--¿Quieres que te compre algo?--si, Hoseok no había comido nada en lo absoluto.

--No tengo hambre, Jungkookie pero gracias--Jungkook había pasado durante todos los recesos con el, consolándolo y tratando que comiera algo.

El peli-negro observo como Hoseok trataba de de llamar a Yoongi una ves mas por teléfono.

--Vámonos ya--dijo el peli-rosado siendo hace unos momentos la hora de la salida. Jungkook supuso que no habían contestado Hobi había hablado a Yoongi con el celular de Jungkook esa mañana pero Min al escuchar la voz de Hoseok había colgado.

A Hoseok le dolía que Yoongi hiciera eso y se arrepintió de haber escrito la carta posiblemente Yoon estaría con el si no lo hubiese echo.

Hoseok decidió ir a casa de su madre luego de la universidad, claro se calmo un poco y sonrió para ella pero a veces y algunas madres suelen leer a sus hijos, saber que algo les pasa aunque estén fingiendo y la señora Jung era buena madre.

Su hijo le había contado todo a la señora Jung lo que hizo en su carta y lo que Yoongi pensaba.

Su madre había platicado con el, le dijo que no dejara a Yoongi se quedara pensando que estaba jugando y que luchara por el si en verdad lo amaba.

Eso lo hizo preguntarse, ¿en verdad lo amaba?.

Claro que lo amaba por esa misma razón estaba frente la puerta de la casa de Yoongi, trono sus dedos y suspiro profundo antes de tocar la puerta.

Jennie fue quien lo recibió.

--H-hola--dijo nervioso--¿esta Yoon? ¿Puedo verlo?--.

--No puedes--Jennie se había cruzado de brazos.