七十

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Abrió aquella puerta de cristal recibiendo el sonido de la campanilla que le daba la bienvenida, miró el establecimiento algo abarrotado de personas mientras eran atendidos por varios del personal.

-Vengo a buscar el...

-El ramo de rosas rojas y girasoles - dijo aquel hombre de pelo castaño caído, luciendo más jovial ese día.

-Si - dijo el hombre sonriendo, el dueño sonrió dándole el ramo que ya tenía preparado en un lindo florero para que no murieran las flores - Cielos, es hermoso - susurró mirando el ramo con admiración.

-Gracias - dijo JongMin sonriendo, dejando ver aquellas pequeñas arrugas en las esquinas de sus ojos y sus labios abultados con un ligero tono rojizo y brillante a causa de su labial.

El cliente realizó su pago para marcharse de allí, dándole la oportunidad a otro cliente para hacer su pedido.

-Oh, JongMin-ssi - dijo una señora.

-Señora Park, que bueno verla por aquí - dijo sonriendo al ver a la mujer - ¿Rosas blancas y margaritas? - preguntó haciendo sonreír a la mujer, que asintió - ¿Hoy es su aniversario? - preguntó ahora mientras llevaba a la mujer para que escogiera las flores.

-Si - susurró con algo de pesar - No puedo creer que ya han pasado cinco años - dijo con una ligera mueca en sus labios, JongMin arrugó su ceño en pena.

-Pero él está bien ahora, además que le ha dejado felicidad a pesar de su muerte - dijo arreglando el ramo.

-Oh sí, mi nieta es una ternura, es tan idéntica a él que me trae todos los recuerdos de momento - dijo sonriendo.

-Es bueno que a pesar de la tristeza, siempre veamos un rallito de luz de esperanza - dijo sonriendo, chocando su mirada con aquel hombre que le miraba desde lejos.

-Tienes razón -

La mujer se despidió luego de tener su pedido en sus manos, dándole chance al hombre de gabardina gris de acercarse al mostrador.

-¿Tiene rosas?

-Si - respondió sonriendo.

-¿Girasoles?

-Si - respondió saliendo de atrás del mostrador para quedar frente al mayor.

-¿Tulipanes? - preguntó alzando su ceja en interrogación.

-Si.

-¿Y miles de besos?

-Por supuesto que si - dijo llevando sus brazos al hombro del otro, acercando sus labios para tomarlos en un dulce beso que ambos correspondieron con gusto hasta alejarse con cuidado - Y mil veces si, sí solo es para ti - susurró mirando a HyungSoo a los ojos.

-Dios, eres tan bonito - dijo HyungSoo apretando las mejillas de su novio, haciéndolo reír - Te voy a secuestrar para que nadie te pueda ver, solo yo - dijo causando que la risa del menor sea más alta.

-¿Debería de llamar a la policía por esa advertencia, abogado Son?

-No, conozco mis derechos, señorito Kwang - respondió sonriendo mientras sus manos estaban en la cintura de JongMin - ¿Estás muy ocupado? - preguntó al ver incluso a MinSeok allí.

-Un poquito - dijo suspirando - Tenemos dos bodas y un bautizo además de los clientes que llegan - dijo sintiendo como HyungSoo peinaba su cabello, colocando un mechón detrás de su oreja.

-¿Necesitas ayuda?

-Por favor - sonrió dejando un besito en los labios del otro - Ven conmigo - dijo llevándose a HyungSoo con él.

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