▫️Capitulo seis▫️

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[ Un año atrás - ese día ]

Llevamos un mes en la isla, y para nuestra mala suerte, no encontrábamos nada aún. No había indicios de algún tesoro. Era la misma rutina todos los días; adentrarse a la isla en grupos, buscar el tesoro, regresar al barco al anochecer.

Era la rutina.

Pero, jamás nos dimos cuenta de que un gremio oscuro habitaba allí. No sabíamos quienes eran, o de dónde venían, solo sabíamos que eran peligrosos. Y claro que lo eran, separándonos por toda la isla, estuvimos indefensos.

Natsu estaba a mi lado mientras Happy volaba a nuestro alrededor.

Y después, él llegó.

Golpeando a Happy lo mando volar a varios metros lejos de nosotros. Gritando su nombre en busca de una respuesta, el felino no contestó haciéndome preocupar. Mirando de nuevo al hombre anciano de tercera edad, este sostenía su bastón con fuerza, como si fuera difícil mantenerse en pie. El hombre comenzó a balbucear sin sentido.

Exigía algo, no, a alguien.

Natsu me llevo tras él, protegiéndome. Mientras veía como el enemigo quien vestía una túnica negra ocultando todo su cuerpo sacaba un libro negro al aire y lo abría con cuidado si se tratara de un pergamino preciado y viejo; el aire se volvió tenso mientras la oscuridad nos envolvía por completo; era pesado respirar y sujetar con fuerza la espalda de Natsu. Un miedo indescriptible atravesó mi espalda al escuchar las palabras que salían de la boca del anciano.

— Etherious Natsu Dragneel. Por el servidor de tu amo Zeref, serás despertado de tu sueño eterno, amo de la calamidad y resonancia.

Mi corazón latió con fuerza mientras el sudor frío empapaba mi espalda, »¿qué demonios había dicho?« me pregunte.

Al abrir sus ojos, ya no sostenía la espalda de su compañero, en su lugar estaba en el suelo húmedo y frío.

Subio su mirada al frente esperando mirar a su compañero de pie, aún tratando de enfrentar a su enemigo. Pero lo que vio, fue diferente, su cabello rosada dejó de serlo para convertirse a un rojo sangre, sus ojos - que antes eran esmeraldas - tornaban el mismo color, y su sonrisa, que ahora era torcida, ya no transmitía paz, si no una inquietud interminable, tenía grandes uñas y marcas negras al rededor de su cuerpo.

Tenía miedo.

Miedo de la persona que estaba enfrente de ella.

Él no era Natsu.

Tomo mis hombros con fuerza encajando sus uñas sin medir y grite de dolor. Grite sin poder soportar la perforación latente.

«Él jamás me haría daño» pensé.

— Natsu! ¡Por favor! ¡Para! – lloró, apartando sus manos de sus hombros, la chica sintió como la pérdida de sangre comenzaba a hacer efecto en su cuerpo. Tomándola del cuello, la levantó con rudeza.

— Eres una cara bonita..., seria una lastima que la arruinara, ¿no es así? ¿Qué tal si jugamos un poco con esta chica? — ríe duramente haciéndome temblar — Se ve que lo amabas, ¿no es así? – se burló — Pero amor, él ya no existe – apretando aún más mi cuello sentí el aire desaparecer, tratando de apartarlo, lo empujé con fuerza, pero me era imposible — El acaba de morir para que yo naciera de nuevo – sonrío ampliamente de forma macabra; con su mano libre, el demonio encajó sus uñas a un costado de mi abdomen haciendo que me atragantara con mi propia sangre — Que melodioso. Hace mucho que no escuchaba los gritos de una linda muchacha.

Temblaba, mi cuerpo pesaba, me era cada vez más difícil respirar; me dolía el abdomen y escuchaba como la sangre goteaba y caía al suelo sin piedad.

— Natsu... tienes que despertar... tu... nunca... – saliendo sangre de mi boca, me detuve. No podía respirar y la sangre se amontonaba a montones en mi boca.

— ¿Y si esto es un sueño? ¿que harás? Esta es la realidad y en esta realidad, él ya no existe – las lágrimas comenzaron a caer por mi rostro — Pero puedo actuar como él, ¿no crees? – le preguntó sinicamente.

— Si no contestas, te besare – ese no era Natsu, esas manos no eran cálidas, estaba llena de desesperación y frustración. Sin dejarme responder posó sus labios contra los míos.

Dejó de respirar por un momento para llorar en silencio mientras él me besaba con fuerza.

Hasta que la soltó con fuerza contra el piso, mi labios temblaban y su respiración era agitada, sin poder contenerlo solté un sollozo sonoro mientras se abrazaba a si misma en el suelo terrenal — Aun recuerdo a la vieja Lucy – soltó derrepente — Era una lindura como tu, hubiera sido un maravilloso juguete para mi si no hubiera llegado a arruinarlo todo — una mueca se apoderó de sus labios mientras pasaba sus dedos por ellos — ¡Lo tengo! – su expresión cambio por unos segundos y regreso a ser fría y calculadora — Te dejare libre y después de un año, vendré a buscarte amor. Y cuando regrese, espero que estés lista, Reina del Paraíso.

No comprendía a lo que se refería, no entendía.

No entendía nada.

Hace unos días, era tan feliz con él. Y ahora él ya no estaba, se marchaba dejando solo un recuerdo vago en su cabeza y sus palabras tatuadas en su mente.

Veía su espalda, era la misma, su cuerpo, era el mismo. Pero ahora, no era él.

Lloraba desconsoladamente en el suelo tocando su abdomen que sangraba sin pudor y solo podía pensar una cosa: "Haré que regreses, lo prometo, regresaras a ser como antes".

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Abrió los ojos soltando aire — Demonios, cuando parare de tener este sueño – se quejó. Ha pasado un año desde que Etherias dejo la isla.

Cuando encontraron a los demás todos estaban mal heridos. El gremio oscuro había sido eliminado por Etherias, eso decían ellos. Pero en el transcurso también le había hecho daño a mis amigos.

Ese no era Natsu. Repetía día tras día. Hasta que lo creyó.

La playa era el lugar donde todo había comenzado. Suspiro con fuerza para después soltar aire con fuerza. El olor a sal y arena llenaron sus fosas nasales, dándole un poco de paz.

— Lu, la comida esta lista... – la llamó Levy saliendo del la hierva que había crecido considerablemente después de un año, igual que ella, igual que todos; llego a la playa para sentarse  a su lado.

— Ya paso un año... – miro fijamente la playa con nostalgia, donde antes permanecia el barco de Fairy Tail y Sabertooth, solo quedaba el recuerdo vago del mismo.

Y pudo ver por un reflejo; como todos bajaban felices de aquel barco, Wendy con Charle en brazos y Happy volando a su lado, Erza, Gray y Rogue discutiendo sobre quien iba a tener el mapa, Sting y Yukino jugando piedra, papel o tijera y al final Natsu y ella, él tomaba su mano y ella la de él mientras reían, como siempre lo hacían.

La escena desapareció para solo sentir como sus mejillas se llenaban de lagrimas — Levy, él va a regresar – se volvió firme; con el tiempo, descubrió que en la isla había nacido alguien espíritual, Crux la ayudo a encontrar información sobre "La Reina del Paraíso" — Y cuando lo haga, estaré lista.

— Lu... - Levy la miro con atención buscando en Lucy un pedazo que ya estaba roto y desechado. Sus ojos se volvieron cada vez más duros. Y el amor que sentía había desaparecido para sustituirlo por la desesperación.

Nadie pudo encontrarnos.

Lucy se paró de la arena para mirar a Levy — Y lo traeré de vuelta. Nos iremos a casa. Lo prometo.

Sin mirar atrás espero la llegada de su nuevo enemigo mortal, Etherias.

— — — — — —
y.

Difícilmente te dire adiós » end » naluWhere stories live. Discover now