▫️ Capitulo catorce ▫️

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Permanecia parado en medio del gremio, exigiendo algo irracional. Era fuerte, y vaya que lo era, podía sentirlo.

— No dejaremos que te acerques a Lucy — entre poniéndose entre nosotros, le mire la espalda a Erza.

Los del gremio no movían ni un músculo. No podían creer que aquella persona fuera el Natsu que ellos conocían. Sus ojos rojos miraban a una sola dirección, cruzándose de brazos soltó una carcajada erizando los bellos de mi cuerpo.

— Me encanta ver tu caras de pánico. Me encanta esa expresión. — ríe aun mas fuerte y junta sus manos en un aplauso creando un sonido sordo, para después estirar su mano hacia mi dirección — Ven Lucy, ahorremos el alboroto.

Llamando a Leo retrocedí lo suficiente para no ser visible.

— Ya veo, así que ha decidido venir aquí después de todo — Loki apareció a un costado mío, ocultando mi rostro con mis manos pensando en una estrategia para salir todos a salvo.

— Todo esto es mi culpa, no debí venir al gremio. Ahora todos lo saben. — solté aire. Piensa Lucy, piensa. Tienes que sacar a los del gremio de aquí. Tienes que mantener seguros a todos. — Necesito sacar a todos del gremio, no quiero involucrarlos en esto.

— Asi que por esto no querías salir de la isla — Mirajane y Lisanna llegaron a mi lado en un segundo tomándome de sorpresa.

— Necesitamos un plan de estrategia... — pensé en voz alta.

— Si, un plan de estrategia increíble... — su voz erizo los bellos de mis brazos por segunda vez en solo minutos. — Pero, ¿sabes? ¿No crees que es demasiado tarde para pensarlo?

Sus manos fueron rápidas y me sujetaron del cuello apretando ligeramente, tome sus manos con las mías tratando de alzarme para no ahogarme. Mire su rostro con el poco valor que tenía y forcejee.

Loki desaparecio al recibir una de sus flamas directamente en su pecho, sus ojos molestos fueron notorios mientras Mirajane y Lisanna fueron lanzadas al final de la habitación a varios metros de donde estábamos solo hace segundos — Mirajane... Lisanna... — trate de decir.

— ¡LUCY! — Grito el maestro tomando un tamaño impresionante, alzó su brazo hacia a mi pero un circulo de fuego se elevó hasta el techo encerrándonos por completo.

El calor era insoportable a mi al rededor, mi piel ardía con cualquier movimiento. Dejo de sujetarme del cuello dejándome tocar el suelo con mis pies. Jalándome a su lado, las paredes de fuego se hacían cada vez más estrechas forzando el tacto.

— Esto será rápido, no tienes por qué temer — acercó su rostro al mío implantando un beso en mis labios. Iba lento y parecía que lo disfrutaba. Trate de apartarlo pero cada movimiento era una quemadura a mi cuerpo. Mis ojos se fueron cerrando poco a poco, no era igual. No era él. Mis ojos lagrimearon al no poder evitarlo.

Algo en mi interior se agitó y pude ver un pasado, pude ver a Natsu. Pude verme a mi. Pero no éramos nosostros. No éramos para nada nosotro.Vi un libro blanco. Vi un libro negro. Vi un reino. Y éramos tan felices.

Se apartó dejando varios centímetros de nuestros labios separados. Lambió sus labios y sonrió: — Sigues besando increíble, Lucy.

La barrera de fuego desaparecio y escuche sus últimas palabras antes de que desapareciera una vez más: — Al final vas a recordarme, Lucy.

Lo ultimo que pensé antes de caer al suelo fue en él. Natsu.

***

— ¡No puedo! ¡¿Porque no puedo? - Gray trataba de congelar aquella intensa barrera de fuego pero cada golpe que daba rebotaba o incluso se derretía.

Difícilmente te dire adiós » end » naluWhere stories live. Discover now