ATTE: MYG [Min Yoongi]

12. No está bien

MYG

Tener que verlos juntos a ambos me hacia sentir algo molesto, y es obvio que no es normal.

Le dije que ya no siento nada por ella y no mentí... creo.

—Es una lastima que tú amiga no haya podido venir.

—En realidad hoy volverá a Seoul.

Jungkook suspiró: —No falta mucho para que tú también tengas que irte.

—Lo sé, es...

—No vuelvas a ignorarnos —interrumpió—. Fue duro pensar que no volveríamos a saber de tí.

—Me arrepiento de hacer eso, ustedes no tenían la culpa de mis problemas.

—Cambiando de tema... ¿enserio son amigos?

—Supongo. Estoy intento no volver las cosas incómodas para todos.

—Parece que aún le gustas.

—No lo creo, le pregunté y lo negó.

—Tal vez miente. No...

—¿Qué hacen acá? —Jimin se acercó— Vamos a beber algo.

Jimin nos llevó a ambos mientras tomaba nuestros hombros. Creo que le debo una.

—¿A qué hora regresaremos?

—Al rededor de las 8.

—Aún hay tiempo para beber, tranquilo.

Todos estaban reunidos al rededor de una pequeña mesa llena de alcohol.

...

—Basta —Hoseok eructó—... no bebamos más.

—¡Pero si ya no hay más alcohol en la mesa!

—Sigamos bebiendo cuando bajemos del barco.

Todos ya habían perdido la cabeza, la mayoría de ellos se reían de cualquier tontería y habían olvidado el hecho de que ahora estábamos en un restaurante.

—Deberiamos irnos a dormir.

—Que aburrido Min... sonríe un poco.

__________ estiró mis mejillas forzando una sonrisa en mi rostro, y por alguna razón, me puse nervioso.

—Te dije que no me llamaras así.

Levantó ambos hombros.

—Dejen de pelear por nombres —Jin se quejó—.

—Entonces, ¿pediremos más cervezas?

—¡Por supuesto!

—Escuchen —me puse de pie—, pueden quedarse aquí y esperar a que los saquen, o irse de una vez a sus cuartos.

—Me niego —Tae se levantó—. Hoy beberas con nosotros, no es opcional.

Él me hizo sentarme de nuevo mientras dos de los chicos comenzaron a llenar mi vaso con más alcohol.

—Si no lo bebes... —pensó un poco— ¡saldré con __________!

—¡Si, hay que salir!

Sin pensarlo dos veces bebí todo el contenido hasta la última gota. Las risas de todos no tardaron en hacerse presentes. ¿Por qué mierda lo hice?

—¡Por Dios, lo hizo!

—Puedo con eso y más —sonreí—.

De inmediato, todos unieron sus vasos y los llenaron tanto que comenzaban a derramarse.