Capitulo 1

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Daniel Smith levantó la vista de sus papeles al oír un rumor de pasos.

- ¿Y bien? - preguntó con impaciencia- . ¿Han anunciado ya quien es el misterioso competidor?

El vicepresidente se acercó a la mesa.

-Sí. Ha sido . Al parecer hizo una mejor oferta Ese bastardo de Luigi Carlow nos ha robado un contrato de cincuenta millones de dólares rebajando nuestro precio un uno por ciento. ¡Maldita sea! - concluyó dando una fuerte palmada en la mesa.

Afortunadamente, Daniel Smith no estaba alterado, pero se advertía una ligera tensión en sus facciones que delataba su agitación.

- Es la cuarta vez en un año que nos roban un contrato de esta importancia. ¿No te parece demasiada coincidencia?

- ¿Coincidencia? - repitió el vicepresidente. - ¡Daniel, tú sabes perfectamente que esto no tiene nada de coincidencia! ¡Uno de mis empleados está vendido a Luigi Carlow ! Te digo una cosa, Daniel: solamente seis de mis empleados conocían exactamente la cantidad que pedíamos. Uno de ellos tiene que ser un espía.

Daniel se hundió en su asiento hasta apoyar su canosa cabeza en el respaldo.

- Si, pero después de investigar a esos seis hombres, lo es único que has conseguido averiguar es que tres de ellos engañan a sus mujeres.

- ¡Eso es porque no hemos investigado lo suficiente! Mira, Daniel, hay que tomar medidas para pararle los pies. Se ha propuesto destruirte y, como siga así, lo va a conseguir.

La mirada de Daniel se tornó cortante como el hielo.

- Eso nunca, ¿Serías tan amable de decirme qué me propones para pararle los pies?

- Muy sencillo: introduce un espía en su empresa para que averigüe quién es su contacto aquí

En aquel momento, sonó el timbre del intercomunicador.

-¿Sí, Helen?

-Perdone la interrupción, señor, pero hay aquí una tal señorita Michelle Morris que dice tener una cita con usted para hablar de un puesto de trabajo.

- ¡Es cierto! - suspiró Daniel. - Dígale que la atenderé dentro de unos minutos.

El vicepresidente le miró con curiosidad.

- ¿Desde cuando entrevistas tú personalmente a los futuros empleados?

- Esto se trata de un compromiso. Su padre es pariente lejano mío, primo quinto o sexto. Cada vez que mi madre descubría a un nuevo familiar, le invitaba a pasar un fin de semana a casa para conocerlo a fondo. Por entonces, Mike Morris era profesor en la universidad de Chicago, no pudo venir, así que envió a su mujer, una concertista de piano, y a su hija. Pocos años después, la señora Morris murió en un accidente de automóvil. Desde entonces, no volví a saber más de ellos, hasta que la semana pasada me llamó el señor Morris pidiéndome que entrevistara a su hija por si podía ponerla a trabajar en la empresa. Según me dijo, no encontraba nada en Missouri, donde viven ahora.

- ¿No es un abuso de confianza por su parte llamarte así, por las buenas?

Daniel esbozó una sonrisa de resignación.

- Hablaré unos minutos con la chica y después la mandaré de vuelta a su casa. Como comprenderás, no tenemos ningún puesto aquí para una licenciada en música; y aunque lo tuviera, no se lo daría a Michelle Morris. Es la chica más pesada, insoportable y consentida que he conocido en mi vida. Cuando la vi, era un ser espantoso de nueve años, lleno de pecas y con una mata de pelo que parecía estropajo.

Lo cuenta Michelle:

La secretaria de Daniel Smith me contempló desde su mesa. Yo vestía un elegante traje de chaqueta azul marino, y llevaba mi pelo rubio recogido en un moño flojo. Según mi padre, los rasgos de mi rostro, finos y delicados, resaltaban mis ojos color miel

El señor Smith la atenderá dentro de un momento me dijo secamente la secretaria.

Yo levanté un momento la vista del periódico que fingía leer y sonreí

- Gracias - dije, y volví a bajar los ojos, aunque el nerviosismo ante la entrevista me impedía concentrarme

Había pasado mucho tiempo; catorce años, exactamente, pero todavía recordaba con horror los dos días que había pasado en la mansión de los Smith y el desprecio insultante que tuvimos que sufrir allí mi madre y yo.

De pronto, sonó el teléfono en la secretaría, y yo sentí una sacudida nerviosa. Por enésima vez me regañé a mí misma por haberme metido en semejante lío, aunque en realidad la culpa no era mía, pues yo había intentado disuadir a mi padre de esta idea.

Pero ya estaba hecho... Además, papá cada día estaba más preocupado por nuestra mala situación económica. Tres meses después de que le hubieran despedido por falta de fondos en la universidad en la que trabajaba, mi padre sufrió un ataque al corazón.

Aquello transformado mi vida... en el momento en que estaba decidida a independizarme. Yo me había pasado toda la vida estudiando piano, pero una vez obtenido el master en música, llegué a la conclusión de que no quería ser una concertista de piano. Yo había heredado el talento musical de mi madre, pero no su pasión por el piano.

A mis 23 años había viajado muchísimo por los Estados Unidos para participar en concursos, pero de las ciudades visitadas sólo había conocido la habitación del hotel y el auditorio. También había conocido muchos hombres, pero por falta de tiempo no pude profundizar en ninguna relación.

Bueno eso es todo

Espero que les guste  :D

Mentiras, Traición y Amor.Where stories live. Discover now