Capitulo 11

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-¿Jessie? -preguntó una voz femenina en tono inseguro.

-No. Soy Michelle Morris. La señorita Line se encuentra fuera de su despacho en estos momentos. ¿Quiere dejar algún recado?

-Oh, eres tú, Michelle. Hola. Soy Anne Harrison. No quiero interrumpir a Luigi, así que, ¿podrías hacerme el favor de decirle que llego de Nueva York en el último vuelo de la mañana? Dile también que iré directamente desde el aeropuerto al Recess Club, y que le espero allí a las siete.

-En este momento está almorzando, pero descuida, le daré el recado.

¡Aquello de coger los recados de las amiguitas de Luigi era lo último! Nada más colgar el teléfono, éste volvió a sonar. En esta ocasión se trataba de una mujer con acento sureño que preguntaba por "Luigisito"

-Lo siento, pero en este momento no está. ¿Quiere dejar algún recado?

-¡Vaya por Dios! -exclamó la mujer con fastidio.- Soy Vicky. Luigisito no me ha dicho en qué plan va la fiesta del sábado y no sé qué ponerme. Dígale que le llamaré esta noche a casa.

Yo colgué con tanta energía, que estuve a punto de tirar el aparato al suelo. Afortunadamente, cuando Luigi volvió a la oficina, yo ya había recuperado la calma y me había hecho el firme propósito de tratarle como a cualquier compañero de la oficina, con la misma correcta amabilidad.

El timbre de mi intercomunicador no tardó en sonar, y poco después, la voz sensual y profunda de Luigi se dejaba oír.

-Michelle, ¿puedes entrar un momento, por favor?

Cogí las notas que había tomado de las respectivas llamadas y entré.

-¿Sí?

-Ven aquí -me dijo Luigi, que se encontraba apoyado en su escritorio con los brazos cruzados.

A mi no me pasó desapercibida su inquietante mirada, por lo que avancé con cautela hacia él y me detuve fuera de su alcance.

-Más cerca.

-Así está bien. Demasiado cerca, diría yo.

Luigi dijo con voz solemne:

-Tú y yo necesitamos aclarar algunos aspectos personales. ¿Por qué no salimos esta noche a cenar para poder charlar tranquilamente?

-Lo siento, pero esta noche ya he quedado.

-Entonces, ¿mañana? -insistió Luigi, tendiendo la mano hacia mi

Aproveché aquel gesto para colocarle los papeles en la mano.

-Mañana tienes otra cita, con la señorita Harrison, en el Club Recess, a las siete.

Luigi ignoró mis palabras.

-Me marcho a Italia el miércoles...

-Que tengas buen viaje.

-Volveré el sábado -prosiguió con cierta impaciencia. -Iremos...

-Lo siento -interrumpí con una sonrisa burlona. -Yo el sábado tengo otras cosas que hacer y tú también. Vicky ha llamado preguntando si la fiesta del sábado es de etiqueta o no. A propósito, te llama "Luigisito"... ¡Qué pareja tan encantadora. Vicky y Luigisito! dije con sarcasmo

-Cancelaré esa cita -declaró Luigi.

-Pero yo no tengo intención de cancelar la mía. Bueno, ¿quieres algo más?

-Sí, maldita sea. Quería decirte que sé que te he hecho daño, y lo siento.

-Acepto tus disculpas -le interrumpí alegremente. -Al fin y al cabo, sólo has herido mi orgullo.

Mentiras, Traición y Amor.Where stories live. Discover now