Capitulo 9

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Al día siguiente, estaba en mi trabajo con más buena voluntad que éxito, ya que cometí numerosas faltas al pasar a máquina unas cartas, no atendí debidamente a las llamadas telefónicas de Jordan y perdí una carpeta muy importante. En el descanso de la comida, salí a pasear por los alrededores del edificio de Global Industries, esperando, contra toda esperanza, que Luigi apareciera de pronto. Pero, naturalmente, mis deseos no se cumplieron y mi estado de animo se ensombreció todavía más, pues de aquel modo acababa de consumir el poco orgullo que todavía me quedaba.

¡Y después, se habla tanto de la liberación sexual de las mujeres!, pensé con amargura, mientras me disponía a mecanografiar una carta aquella misma tarde. Yo no consideraba el sexo como un asunto intrascendente, pues era precisamente el hecho de haberme acostado con Luigi lo que me hacia sentirme utilizada y rechazada.

-¿Has tenido un mal día? -me preguntó Jordan. Dándome un informe que había repetido dos veces por culpa de los errores.

-Sí, y lo siento mucho. Pero le aseguro que no me ocurre a menudo.

-No te preocupes... todo el mundo se levanta con el pie izquierdo de vez en cuando. Tengo que llevar este informe a la otra oficina, que está en el edificio nuevo -añadió después de firmar al pie de la ultima página -. ¿Conoces ya los despachos que hemos instalado allí?

Yo esbocé una sonrisa. El "edificio nuevo", como todo el mundo le llamaba, era el que albergaba Global Industries.

-No, no las conozco. Según tengo entendido, el lunes debemos trasladarnos allí, ¿no es verdad?

-Efectivamente. Aunque Caec sea una de las filiales más insignificantes y menos productivas de Global Industries, las oficinas que hemos construido en su edificio son verdaderamente impresionantes. Antes de marcharse, por favor, ¿puede enseñarle esto a Kristen Stewart, en relaciones públicas, y preguntarle si lo ha visto ya? En caso de que no, dígale que esa copia es para su archivo. Cuando vuelva, supongo que ya se habrá marchado. Qué pase buena noche.

 Unos minutos después, me dirigía al departamento de relaciones públicas, saludando a mi paso a los empleados, aunque mis sonrisas eran falsas, pues sólo pensaba en Luigi. Por fin, llegué al despacho de Kristen, y, haciendo un esfuerzo para salir de mi tristeza, le tendí la carpeta.

-Te traigo esto de parte de Jordan; me pregunta si lo has visto. Si no, puedes quedarte con esta copia para tu archivo.

Kristen sacó un recorte de periódico de la carpeta y lo ojeó.

-No, no lo había visto -dijo con una sonrisa, sacando una gran carpeta de periódicos y revistas y guardándolo dentro-. Me encanta mantener el archivo al día para él. ¡Qué hombre! Está buenísimo, ¿verdad?

Pero yo no escuchaba a Kristen, pues mi atención había sido captada por una portada de Newsday que logré entrever en el interior de la carpeta. En ella, la fotografía de un hombre moreno y de mirada penetrante me sacudió como un escalofrío.

-¿Quieres verlo? -preguntó Kristen amablemente-. Por mí no hay problema; puedes llevarte la carpeta a tu despacho y revolverla a placer.

-Gracias -respondí con un hilo de voz.

 Cuando estuve sola en mi despacho, con la carpeta abierta sobre mi escritorio, las manos me temblaban. Tracé con un dedo las cejas de Luigi, la boca que me sonreía desde la cubierta de la revista. "LUIGI CARLOW", decían las grandes letras rojas. "PRESIDENTE FUNDADOR DE GLOBAL INDUSTRIES". No, no podía creer aquello. Mi mente se negaba a aceptarlo. ¿Presidente fundador?

Dejé el ejemplar de la revista a un lado y concentré mi atención en el recorte de periódico que Jordan acababa de darme. La fecha se remontaba dos semanas atrás, precisamente el mismo día en que estuve con Luigi.

Mentiras, Traición y Amor.Where stories live. Discover now