Capítulo 11.

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El viernes los gemelos Kawata recibieron una notificación del grupo que tenían con la Tokyo Manji, dónde Draken les informaba de una importante junta que Mikey había convocado

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El viernes los gemelos Kawata recibieron una notificación del grupo que tenían con la Tokyo Manji, dónde Draken les informaba de una importante junta que Mikey había convocado.

Intrigados por el especial misterio que Draken le había puesto a su mensaje (sobre todo Smiley), se apresuraron a salir de sus clases y prepararse para ir a la junta. Media hora antes de que la junta diera inicio, los gemelos se pusieron en marcha hacia el santuario que era su punto de encuentro con la Tokyo Manji.

Souya vio como algunos chicos con uniformes de la Toman se encontraban conversando entre ellos cerca de las escaleras para entrar al santuario. Estacionaron sus motos en los lugares que ocupaban habitualmente, y comenzaron a caminar hacia Hakkai, quien se encontraba saludandolos animadamente desde lo lejos.

Su camino fue detenido al ver a una figura alta acercarse a ellos. Angry sintió un poco de nerviosismo cuando se percató de quien se trataba.

— ¿Podemos hablar, Smiley?—. Muto preguntó cuando estuvo frente a los gemelos, Souya detuvo su caminar en cuando vio al más alto, sin embargo, Nahoya siguió su camino hasta que se dió cuenta de que Muto le bloqueaba el paso.

— Yo no hablo con traidores—. Contestó tajante, aún con la sonrisa que siempre mantenía en su rostro. Tomo la mano de Souya, para rodear a Muto y seguir su camino.

— Hermano...—. Susurró Souya paseando sus ojos azules entre Smiley y Muto.

Muto no parecía querer darse por vencido, por lo que le cortó de nuevo el paso a Nahoya, evitando así su escape— Hablemos, por la amistad que tuvimos.

Ante lo dicho, Nahoya se detuvo en seco, sintiendo la ira queriendo apoderarse de su cuerpo, sintió el agarre de Souya aún en su mano, recordándole que estaba todavía ahí. Tratando de transmitirle un poco de paz.

— ¿Qué tipo de amistad tendría con un traidor como tú? Supongo que nunca me consideraste tu amigo, así que no seas un hipócrita, Muto.

Cuando Nahoya se enteró de lo que había hecho la persona que por años había considerado su segundo mejor amigo (el primer lugar lo tenía Souya, por supuesto y siempre se mantendría ahí), no pudo evitar sentirse terriblemente mal. Sentía una sensación de traición horrible, como si todas las pláticas y momentos compartidos con Muto, no hubieran significado nada para él. Le dolía, después de todo había sido una de las pocas personas con las que se había mostrado sincero, y que el mayor los haya traicionado realmente había calado hondo en su pecho.

— Fuiste mi único amigo en la Toman, Smiley.

Nahoya soltó grandes carcajadas, cargadas de sarcasmo—. Si, claro, ¡por que siempre dejas a tu amigo por otra puta pandilla!

Notando el ambiente incluso más hostil que al comienzo, Souya trato de intervenir— Muto, no creó que sea momento para...

— No me voy a ir de aquí hasta que escuches lo que tengo que decirte—. Interrumpió Muto a Souya, viendo de nuevo las intenciones de Nahoya de irse y volviendo a cortar su camino.

Soulmates «Ringry & Ranley»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora