Capítulo 13.

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— Realmente los destrozaste

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— Realmente los destrozaste.

Ran veía con asombro los cuerpos en el suelo que su hermano había dejado, por lo menos 8 personas inconscientes, y una prácticamente irreconocible.

Con una seña le indico a algunos de sus subordinados el encargarse de recoger los cuerpos del piso, para que no estorbaran al pasar.

— Esos idiotas se lo tienen merecido—. Escupió Rindou aún enojado por lo que esos idiotas de la pandilla le habían dicho.

¿Quienes se creían que eran para amenazar a su alma gemela?

¿Acaso no tienen instinto de supervivencia?

— ¿Qué hicieron esos pobres diablos para que los dejaras así?—. Ran pregunto realmente intrigado.

Usualmente él era el más violento y sanguinario de los dos, así que imagina su sorpresa cuando vio los cuerpos golpeados e irreconocibles, su ropa cubierta de sangre, toda una obra maestra que tenía la firma Haitani en ella.

— Esos estúpidos creyeron que podían amenazarme con Souya.

Rindou miraba con desprecio a los sujetos que habían osado a atacarlo. Buscaría a qué pandilla pertenecían, y los iría a masacrar, todo con tal de evitar el poner en peligro a Souya.

Esa era una de las cosas que se temía cuando encontrarán a su alma gemela. Rindou (y Ran) era bastante famoso en el mundo de las pandillas, y más de una persona lo quería muerto o que mostrará alguna debilidad para herirle.

Con el reciente descubrimiento de su alma gemela, sabían que está se convirtió en una de sus debilidades más grandes (junto a su hermano Ran, aunque le costará admitirlo), agradecía que Souya supiera defenderse perfectamente.

Aunque esto no quitaba el mal sabor de boca que le dejaba el poner a su alma gemela en peligro.

— ¿Él estaba aquí?

— No, estábamos hablando y sentí que alguien nos estaba observando. Creí que era mi paranoia, así que me asegure de que Souya se fuera antes de provocarlos para pelear—. Rindou acepto el pañuelo que Ran le tendía para quitarse la sangre del rostro y siguió hablando—. No quería que viera ese lado de mí todavía.

Rindou no quería asustar a Souya con su sanguinaria forma de ser cuando realmente se molestaba. Aún se estaban conociendo, no quería mostrarle su lado malo tan pronto.

Ran se limito a asentir suavemente, quería aligerar un poco el ambiente que se había formado alrededor de Rindou, pero solo se le ocurrían comentarios que probablemente hagan que quede igual que los tipos en el suelo.

— Debemos advertirles, supongo—. Ran se comenzaba a preocupar de lo que le pasaría a Nahoya si no estuviera con él, como Rindou lo estuvo con Souya—. Después de todo somos los dueños de Roppongi, así que de seguro, más los van a querer atacar para dañarnos.

Soulmates «Ringry & Ranley»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora