Para verte sonreír

Capítulo 2

Quitarse los zapatos.

Pijama puesta.

Hora de acostarse para que mañana pueda tener un día igualmente decepcionante.

En cuanto a los apartamentos de un dormitorio en Tokio, el de Rei no era nada especial. Seguro que estaba en un vecindario tranquilo y todo eso, pero eso realmente no significaba mucho cuando en realidad no podía pasar tiempo allí. Si se molestaba en hacer los cálculos, no tenía ninguna duda de que la cantidad de tiempo que pasaba en casa era mucho menor que el tiempo que pasaba en el trabajo.

Incluso si no se sentía como en casa.

Con su cepillo de dientes en la mano, Rei se asomó a la ventana y miró hacia la ciudad. Tenía una vista decente, bueno la mitad de una vista decente, un gran edificio de apartamentos cubría la mitad de su vista y había rumores de construcción de algún otro edificio para robarle la otra mitad.

Rei puso los ojos en blanco y suspiró, con el cepillo de dientes a medio camino en la boca. "Quizás para entonces ya estaré fuera de aquí."

El acto de cepillarse los dientes, ese simple movimiento que había hecho tantas veces, fue relajante; lo suficientemente relajante como para no asustarse por el hecho de que este lugar no iba a ser su hogar lo suficientemente pronto. Pronto, estaría viviendo con Endeavour.

Tenía un nombre.

Ella conocía su nombre.

Pero ese no era quien era.

¿Qué otro tipo de persona querría un matrimonio basado en peculiaridades?

Rei se frotó la lengua con más fuerza ante la idea de que él se forzara sobre ella en el momento en que la tuvo a solas. No habría pasión, e incluso dudaba de que hubiera sexo; era igualmente probable que Endeavour simplemente la impregnara artificialmente con su esperma para asegurarse de que el bebé estuviera bien o algo así.

Pensar en él le dejaba un mal sabor de boca que ni el cepillado ni la pasta de dientes podían arreglar.

Al menos estaría viva.

Con una última gárgaras, Rei se empujó más hacia la ventana y dejó escapar una gota de pasta de dientes espumosa y escupió por un lado. Era un mal hábito, incluso un hábito terrible, pero había algo tan satisfactorio en ver caer ese fajo de saliva en el pequeño jardín que estaba en la base de su apartamento.

Solo que esta vez no aterrizó en el jardín de abajo.

No, más bien dio en el blanco.

"¡Oye!"

Rei se mordió el labio y miró al hombre al que acababa de escupir. Se sintió culpable, hasta que lo vio comenzar a flotar hacia ella, entonces se sintió realmente culpable. Y realmente sospechoso. "Oh, bueno, si no es Deku, ¿dos veces en una noche?"

Deku se encogió de hombros y le dio una sonrisa incómoda mientras miraba la bola de espuma de pasta de dientes que había aterrizado en su hombro. "Bueno, esa es una nueva forma de llamar mi atención. Hola, Rei."

"Espera", se deslizó hacia atrás en su cama, retrocediendo hacia su apartamento, "Iré a buscarte una servilleta".

Espera, ¿cómo supo su nombre?