Casado Con Una Vampira [TERMINADA]

Capítulo 55: Mi Espíritu Seguirá Hasta El Final

Mi espíritu seguirá hasta el final.

El cielo de alguna manera extraña, como si la naturaleza se moviera al favor de los hechos ocurridos, se nubló completamente, con nubes negras pero no de lluvia, sino simplemente negras. La chica de cabello naranja estaba aterrada, en shock, completamente cansada, herida, sorda, muda pero con gran determinación en su corazón y en su mente. Todas estaban en iguales condiciones, Akua estaba más herida que todas pero aun quería pelear. Kahlua solo podía llorar de la situación pero al igual que las demás estaba muda y sorda, lo único que podían hacer era pensar y por medio del Youki, comunicarse con las demás.

—"Akasha…"—. Kokoa vio como la persona que lo crío durante un tiempo estaba ahí, tirada, desnuda y con los ojos completamente apagados, parecía que ya estaba muerta. —"ella ya no puede hacer nada pero ya no tengo ningún arma, a este monstruo no parece hacerle nada los golpes. Lo único que nos queda es esperar a que Moka-oneesama y Tsukune lleguen"

—Vaya, vaya. Debo admitir que han luchado bien, no hay duda de que son… parte de mí, ustedes Yokai, son mi legado—. Ahrimán quedó viendo a las dos hermanas con su sonrisa y luego se lamió los labios, las otras dos copias rodearon a Kokoa y Kahlua.

—"¿De qué está hablando?"—. Pensó Kahlua. —"¿Su legado? A pesar de que nos han dicho que él es nuestro origen, todavía no puedo asimilarlo. ¿Cómo es posible que haya tantos monstruos como si de una raza nueva se hubiera tratado? No pudo venir de solo una persona"

—Entiendo lo que piensan, de hecho, sé que no pueden entenderlo ahora—. En eso, una de las copias se fue hacia el castillo Shuzen pero en cuanto Kahlua se intentó mover, el otro clon la regresó a su lugar con solo un golpe. —es hora de que ustedes sepan la verdad y cuando lo hagan, ya no podrán oponerse más a mí, su origen.

El Youki de Ahrimán creció de forma anormal, de nuevo y las cubrió, ellas supieron que eso significaba el fin, nuevamente esa sensación de terror y ansiedad llegó a ellas, pero esta vez, mucho, muchísimo peor; sus corazones latieron muy rápido, empezaron a respirar de forma apresurada y cerraron los ojos con fuerza y se agarraron de sus rodillas. Esperaron su muerte, puesto que ahora sí, sus fuerzas se habían ido.

—"Moka-chan… Tsukune-san… ¡Vengan ya! No sé cuánto tiempo podremos aguantar esto, ¡Vengan ahora!"

—Es hora de que les enseñe la verdad… la verdadera naturaleza de este maldito mundo, en donde todos son parte de él y en dónde ustedes no tienen por qué negarse a mi voluntad, ¡Ja, ja, ja!

Mientras eso pasaba con las hijas de Gyokuro, Akua, momentos atrás estaba a punto de unirse a ellas pero un siervo de la familia Shuzen la detuvo.

—Por favor, Akua-sama, no vaya. Akasha-sama no querría esto, está demasiado herida.

—¿Estás sugiriendo que me rinda?

—¡No lo malinterprete! Si va a allá ahora, tal vez muera, eso no es lo que Akasha-sama quisiera, no luche… esperé a que se cure—. Akua se quedó viendo el campo de batalla, podía oler su misma sangre y eso le impedía ver bien, pero no se giró a ver al siervo.

—Akasha-san, ella no quisiera verme así… sin importar si yo no soy su hija y aunque ellas no son mis hermanas de sangre, no… aunque no fueran mis medias hermanas, las amo. Es por ello que no me importa lo que me pase, si no hago nada ahora, ya no quedará nada más.