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George Weasley era, sin lugar a duda, uno de los chicos más encantadores que Willow Áine había conocido. En unas pocas semanas compartiendo sus asignaturas favoritas...
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Los ojos de George brillaban con el más bonito brillo mientras suspiraba suavemente, apoyando la barbilla en el reverso de la mano. Sonrió con gentileza
— ¿No es preciosa, Willow?— dijo, hablándome en un susurro mientras seguía mirando a la otra chica desde el otro lado de la sala común.
Dejé de mirarlo, intentando concentrarme de nuevo en los deberes de Astronomía.
— Por supuesto que es preciosa, George— sonreí— es mi amiga.
George suspiró de manera dramática de nuevo. Sus ojos brillaban aún más y sentí cómo me hipnotizaban, queriendo contar las estrellas que se reflejaban en ellos y grabarlas en mis deberes como nuevas constelaciones.
Soltó una risa. Su sonrisa se ensanchó y pasó los dedos por su pelo pelirrojo, mostrando cómo la tela de su camisa blanca apretaba sus fuertes brazos.
George Weasley era uno de mis mejores amigos. Sin lugar a duda.
Nos conocimos en nuestro primer año, siendo ambos Gryffindors, pero al principio tan solo éramos compañeros de casa. En quinto año, me enteré que los dos habíamos escogido Cuidado de Criaturas Mágicas como asignatura a preparar para los TIMOS y, sorprendentemente, era una de las pocas clases que no compartía con su gemelo Fred. Por tanto, al ser los únicos Gryffindors de la clase, acabamos hablando mucho y desarrollando una unión y conexión que nos llevó a una gran amistad. Y a mí a tener un puto crush en él.
Sí, me gusta George. 'Oh, pero Willow, eso no es ninguna novedad, ¿quién no tiene un crush en George Weasley'
Exacto
— ¿Qué vas a hacer luego? ¿Te apetece escabullirte otra vez a la Torre de Astronomía?— propuso, mirándome por primera vez desde que llegamos a la sala común.
Resoplé de manera irónica. — No vayas de listo. Sé que solo quieres ir porque no has acabado los deberes y quieres que te ayude con ellos.
— Bueno, tiene que haber ventajas en lo de tener a la mejor estudiante de Astronomía como mejor amiga,— dijo George, levantando las cejas y dejando aparecer una sonrisa traviesa en la cara— incluso si a veces es peor que un grano en el culo.
— ¿Grano en el culo? Vaya cara tienes, chaval...— reí, mirando como ponía morritos con esos labios rosados tan besables...
Por Godric, ¿por dónde iba? Ah, sí, perdón...
— Venga Willowee. Te prometo que podemos cenar allí si quieres— insistió, añadiéndole ojitos a su petición. Resiste, Willow, resiste.
