TOUCH THE STARS | GEORGE WEASLEY (ESP)

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Nos despertamos temprano por la mañana con una resaca terrible. El sol mañanero irrumpió en la habitación, haciendo que abriésemos los ojos despacio. Eché un vistazo a la habitación; Angie y Katie se habían quedado dormidas con los vestidos aún puestos, en la cama de Angie. Alicia estaba intentando beber la mayor cantidad de agua posible para no vomitar, y Marlena estaba sentada en la cama, mirando fijamente a la pared intentando despertarse.

— ¡Joder, vaya noche!— dijo Angelina con voz adormilada. Parecía que estaba muy cansada.

— Godric, ¡me muero de hambre!— protesté, tumbándome de nuevo en la cama intentando calmar mi dolor de cabeza.

— Chicas, ¿está la habitación dando vueltas?— susurró Katie, al lado de Angie.

— Creo que estoy muerta.— dijo Alicia antes de darle otro trago a su botella de agua.

Lena echó una carcajada.— Yo también tengo hambre.— dijo tocándose el estómago mientras se levantaba. — ¿Vamos a por algo para desayunar?

— Ugh, creo que voy a pasar.— contestó Katie, abrazándose a la almohada.

— Sí, yo también.— concordó Alicia.

— Voy contigo.— Angelina se levantó, lista para ir al baño a ducharse.

En cuanto las tres estuvimos limpias y vestidas, nos fuimos de la habitación. Cuando bajamos las escaleras, nos encontramos con los gemelos a punto de salir de la sala común.

— Buenas, chicas.— Fred fue el primero en hablar.— La mañana mal, ¿no?

Le sonreí.— Un poco. Puta resaca, chaval.

— Hola, Angie.— George se acercó a Angelina con una gran sonrisa en la cara.

— Hola.— le devolvió la sonrisa pero de manera distante. Fruncí el ceño algo confusa, dándome cuenta de que parecía estar pensando en otra cosa.

— Buenos días, George.— lo llamé, viendo la decepción en su rostro. Me miró y una sonrisa volvió a su cara mientras se acercaba a mí.

— Buenos días, Willowee.— me saludó.— ¿Cómo te encuentras después de haberte bebido hasta la última gota de alcohol de la fiesta?

Resoplé mientras sonreía.

— No seas tan dramático, solo me tomé unas tres cervezas.

— Sí, tres cervezas por hora, y todos los chupitos que me robaste.— se burló.

— Y tú qué, ¿eh?— le pellizqué el brazo haciendo que soltase una risilla.— ¿Cómo estás después de haber follado en las sombras de la Cámara? ¿Encontraste el agujero que era?

George abrió los ojos, atragantándose con el aire y riendo junto con Fred, que estaba detrás de él.

— Marlena, por el amor de Merlín, te voy a prohibir acercarte a mi mejor amiga. Estás corrompiendo su inocencia.— protestó George, mirando a Lena, la cual tenía una sonrisa cómplice. Lena se encogió de hombros ante las palabras del pelirrojo.