Nenet.

53 13 28
                                    

Circe había a dado a luz a una hermosa niña, que fue bien recibida por una bruja que mintió el día que contó que fue partera. Escuchar su primer llanto de vida, le trajo calma a su alma embustera.

Arabella sabía algo, hasta el mismo Baltimore lo sabia, pero ninguno de los dos querían creer en sus saberes. El brujo se engaño con que algo así nunca sucedería, y esperaba alegre el día de su nacimiento; la bruja, por mas que le costara, hizo lo mismo. Sin embargo esa pequeña mancha con forma de lagrima despejo las dudas, por mas malas que fueran.

Desde ese día hizo todo posible para que Circe se sintiera bien con lo que se avecinaba, tampoco quería entrometerse entre la hechicera, el brujo, y la bebe. Deseaba poder cuidar a Nenet, pero no quería formar vínculos con la niña, no estaba dispuesta a aguantar otra partida.

Una tarde, Circe y Baltimore se tuvieron que marchar por un día, dejando a Nenet bajo el cuidado de Hisirdoux y Arabella.

-¿Qué tan malo puede ser?- preguntaba Hisirdoux con la bebe en brazos, meciéndola de un lado a otro.

-Va a sonar egoísta pero no me quiero ver afectada por su partida.- respondió cruzándose de brazo.

Vió al pelinegro mover a la niña de un lado a otro, de manera extraña, y no pudo aguantar más.

-Dios, Douxie, no la agites tanto.- dijo acercándose para tomar a Nenet.- Se hace así, como si tu fueras el mar calmo, y ella una pequeña balsa a la deriva que se hamaca en las olas.

La bruja vio con atención a la niña de suave mirada verde, algo ámbar. Le hacía recordar a las limas o los olivos bajo el sol de la mañana, no estaba segura.

Se había perdido en Nenet. En los movimientos de manos que hacía para alcanzar los cabellos rubios de quien la sostenía, en la pequeña sonrisa que se dibujo en su rostro. Hizo algo que estaba evitando, formando lazos.

  Su mirada marrón se lleno de agua, y le tuvo que pasar la bebe a Hisirdoux que había quedado hipnotizado con la imagen.

-No es justo.- sollozo.-No es justo para nadie, Circe no merece esto ¿Qué clase de cruel destino es este? ¿Quién tiene tanto poder para escribir que algo así iba a suceder?

Hisirdoux dejo a la bebe en la cuna, y fue por la mayor que rompía en llanto, a pesar de jurarse así misma que no volvería a llorar frente a nadie.

-No se si sirva decir que todo va a estar bien, pero lo estará, de algún modo. Debemos ser fuerte, al menos por Circe.- trataba de consolarla a pesar que también se pondría a llorar junto a ella.

La niña empezó a reír en la cura, brillando de la alegría, a pesar de la falta de motivos. Arabella se acerco para ver que le pasaba, entonces se le ocurrió algo que nunca antes hizo.

En la noche, tratando de ser lo mas silenciosa posible para evitar despertar a Hisirdoux que dormía muy profundo a su lado; se acerco a su cuna. Nenet estaba con los ojos abiertos, como si supiera que Arabella iría por ella.

-Sera nuestro secreto.- dijo en un suave susurro, sacándola de su cuna.-Nadie debe saber esto, así que no le digas a mami.

Guardó silencio, y la admiro por un momento. Aquella bebé era lo más lindo que sus ojos vieron.

—¿Las diosas me pueden castigar?— se preguntó, dando pisadas silenciosas. —Da igual, tengo muchos enemigos.

En sumo silencio salio de la casa. La luna estaba en su punto mas alto, iluminaba los pasos de la bruja. Camino hasta una zona boscosa, donde solía hacer sus rituales de purificación. Llegaron a una parte donde reposaba un tronco cortado. Allí acostó a Nenet que veía con atención a cada movimiento de la bruja.

Cronicas De Una Bruja- [Tales Of Arcadia, Au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora