CAPITULO 22: CASA DE CINISMO

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Hubo un breve silencio en el cual creyó que escuchaba algo, se maldijo por no tener su celular a la mano y a su vez sintió una frustración total por un lado quería intervenir o avisar a sus hermanas por mero impulso, pero al igual que todas ellas su lado chismoso y metiche la domino, la Loud sabía que esto era una mala costumbre en especial porque luego de varias veces de intervenir y meterse en los asuntos ajenos en especial de Lincoln arruino sus proyectos, así como también el intento de estropear la cita que tuvo leni solo por querer ver si esto resultaba con esas novelas baratas y ahora esto, ella sabía que estaba mal, pero era un chisme al final y uno tan serio, conflictivo que solo hizo que guardara silencio en aquel oscuro pasillo

Dentro la habitación, la pareja no emitía ruido alguno debido a que Rita estaba recostada y Andrew con la cabeza pegada entre sus piernas, la madura lo sujetaba del cabello sintiendo esa enérgica lengua

—demon... - pensó con tanta inquietud al ver que apenas paso 10 minutos, de repente se levantó y comenzó a embestirla, fue allí que Rita comenzaba a notar lo inútil que parecía ser para complacer a una mujer, la Loud no podía negar que sintió un buen orgasmo, pero ahora – no puede ser..., incluso ese ridículo estudiante se esforzó, pero esto... - pensó mientras ocultaba una mueca de decepción, algo que ella no esperaba debido a como sus compañeros eran más experimentados, apenas acabo tomo otro condón y la hizo ponerse de cuatro – rápido ya acaba con esto... - pensamientos de frustración, así como un alivio al no tener que fingir una cara de placer estando de espaldas, pronto pondría en práctica su plan – joder... - exclamo al sentir las embestidas

—debo admitirlo eres de las mejores...

—¿a-acaso hubo otras? – comento en un intento por defender su frágil ego

—si, hace tiempo... matt invito una latina – menciono esto recordando lo que habían dicho los demás, Rita sintió esa descripción como algo familiar, aunque le pareció demasiada coincidencia

—¿y c-como se llamaba – al menos algo interesante saldría de esto, pues la hija escuchaba todo ignorando el hecho de que escuchaba a su madre siéndole infiel a su esposo

—creo que se llamaba, Amanda..., una mujer casada como tu... - el nombre decepciono a la metiche, pero no del todo a Rita

—¿casada? ¿Qué más?

—si, con un tipo de gafas que trabaja en la universidad – de repente en el exterior una luz puso en alerta a la curiosa quien se alejó corriendo a ocultarse – matt dijo que fue fácil convencerla, debido a su frustración, además de quejarse de un hijo raro y otro enérgico – la descripción empezaba a tomar forma para ambas

—¿un hijo rarooo? – exclamo al sentir la carga

—s-si..., joder – tomo otro condón – un retrasado de esos que abandonan en hospitales..., pobre mujer tener que cuidar esa cosa, si fuera yo lo habría abandonado, además según ella su esposo era... extraño, comento que siempre basaba todo en su vida en los libros nunca parecía pensar por sí mismo cuando tenía que resolver algún problema

—esa descripción... - pensó ignorando las quejas y burlas de Andrew – ¿acaso frida a estado teniendo aventuras con matt? – sintió el miembro del chico rosando su otro orificio – y... ¿aún siguen viéndola?

—si, aunque estuvo visitándonos con menos frecuencia...

—¿menos? ¿hace cuento la conocen?

—3 años – volvió a penetrarla, la Loud sujetaba con fuerza las sabanas reteniendo sus gemidos, aunque podía articular sus palabras, mientras que Andrew era el único que gozaba del momento

El diario de Rita... ¿Loud?Where stories live. Discover now