El diario de Rita... ¿Loud?

CAPITULO 23: CONTROL

Rita no perdió tiempo apenas cerraron la puerta se acercó a paso ágil, miro a su alrededor previniendo que nadie la viera, se acercó a la puerta de la cerca que daba a un pasillo del patio trasero y salto el mismo, apenas llevo a una ventana con su espejo miro al interior buscando alguna habitación hasta encontrarles.

Noto que una tenía un toque muy hogareño, muebles con fotos, paredes adornadas, una gran cama de dos plazas y sobre ella estaba aquella mujer, de rodillas, con la falda elevada, detrás suyo el pelirrojo con la playera elevada levantada exponiendo aquel torso trabajado, aunque la situación le parecía obvia una sensación de sorpresa invadió a la Loud, Frida la mujer más sensible que conoció tanto que se ponía a llorar por lo que sea, hizo meditar a la rubia, ¿acaso esas lagrimas fueran más por frustración que ternura?, aquí se la veía radiante y feliz, con una sonrisa distinta en compañía de su amante

—¿será tan cínica...? - pensó al ver que ella solo se levantó la falda, no tuvo interés si quiera de desvestirse para estar más cómoda, con la ventana cerrada no podía escucharlos, pero siendo tan temprano tuvo una idea, saco de su bolso su audífono y programo su celular para grabarlos, salió y miro que nadie la viera para sacudir el picaporte y hacerlos salir para meter el celular en la ventana – un plan solido – susurro ante lo simple pero efectivo, sin embargo hubo un cambio de planes, pues en su terrible impaciencia matt no puso el seguro a la puerta – ok, esto es..., al diablo – mirando a su alrededor entro de inmediato

Dentro noto lo amoblado que estaba esa casa, la sala de ingreso era como la suya solo que esta daba a un pasillo con acceso a la cocina y otra al comedor, todo eran tan caro y elegante tomo unas uvas de la mesa y con cuidado se acercó a la habitación la cual pasaba por la sala donde tenia una tele enorme y muebles lo típico, pero algo que noto fueron las fotos, se veía a matt con dos niños pequeños, había más en otros lados

—oh vaya – pensó sorprendida de ver en el marco dorado una foto de la boda del pelirrojo con una mujer de gafas, muy hermosa, dicho marco rodeado por algunos trofeos y medallas de competencias de fisiculturismo, junto a un pequeño regalo hecho a mano, al mirar la tarjeta "para el mejor papá del mundo", casi rio al leer esto, debido a que Rita tenía algo parecido, ignorando esto camino por la alfombra, preparo su celular, finalmente activo la grabadora, parada a un lado de la puerta entre abierta, noto a ambos en lo suyo usando un peine deslizo su celular hasta dejarlo bajo un mueble, logrando escuchar y grabar todo con sus audífonos de bluetooth

Entre gemidos y piropos calientes, no hubo nada relevante, aunque no podía negar que esto parecía un porno casero, de repente el teléfono de la casa sonó, Rita casi grito del susto, al mirar a los amantes estos no se detuvieron solo ignoraron la llamada hasta que sonó el tono de mensaje

"matt llamo para avisarte que llegaremos tarde,
los niños quieren quedarse con mis padres
y posiblemente lleguemos a dormir, te amo adiós "

El tono de colgar hizo eco en ese pasillo poco antes de escuchar el lamento de Frida y como agarraba las sabanas en su dichoso orgasmo

—ahh carajo... - reclamo una agotada Frida la cual tomo su bolso y saco su celular - ¿h-hola?, si aún... aún estoy esperando – su actitud paso de una mujer dulce y amable a una gruñona como si le irritase hablar – ¿Por qué? ¿Qué ocurre? – frunció el ceño – mier...., pero ocúpate de ellos, porque siempre que tienen problemas me tienes que llamar, también eres su pa... padre... – colgó y tiro su celular al bolso

—¿qué ocurre ahora? – pregunto mientras se cambiaba el condón

—esos mocosos..., uno al parecer rompió algo del especial y este... se encerró en la habitación – saco unos pañuelos con los que limpio su sudor