El niño que fue querido

Thom ¿Grindelwald Scamander?

Tanto el castaño como Tom y Hadrian tomaron asiento a unos cuantos centímetros de donde estaba Sirius para poder hablar cómodamente.

-¿Cómo han estado?- pregunto Tom refiriéndose a su padre también.

-bien solo que un poco angustiados ya que no sabíamos como estaban ustedes y más la visión que tuvo tu padre no dude en venir hasta acá y fue bueno que lo hiciera ya que de esa forma pude ayudarles a sacar a Sirius de Azkaban sin poner en peligro a la familia- explico Newt en un tono suave y tranquilizador que lleno de confianza el cuerpecito de Hadrian para hacer la siguiente pregunta.

-¿si tu eres mi abuelo por que no estas viejo como ellos?- señaló con su dedito a donde se encontraban Orion y Walburga. La estancia quedó en un silencio sepulcral, nadie decía nada, todos con expresiones raras, algunos aguantaban la risa mientras otros estaban en un estado de shock, Hadrian al no comprender estas expresiones empezó a asustarse y de forma inmediata pidió disculpas como si de un mantra se tratara, su cuerpo empezó a temblar de miedo y esto fue justamente lo que hizo que los demás reaccionarán, Tom abrazo con más fuerza a su pequeño dándole golpesitos suaves en en su espalda y susurrando que todo estaba bien tratando de calmar a Hadrian sin existo alguno cuando sorpresivamente una estruendosa risa llamo la atención de Hadrian, esta provenía de su abuelo Newt dejando confundido al pequeño niño.

-no tienes que llorar Hadrian- pidió después de su ataque de risa- no tenía la intención de hacer que te sintieras mal con la expresión que puse pero no pude evitarlo ya que me hacen la misma pregunta pero no de esa manera por lo que me dio gracia y una buena risa es mejor en tiempos oscuros porque crea un pasadizo lleno de luz- miro gentilmente a Hadrian calmandolo al instante, Tom le agradeció con la mirada no le gustaba para nada ver a su hijo sufrir- respondiendo tu pregunta, verás hace unos años cuando tu padre había salido del colegio, tanto tu abuelo Gellert y yo enseñamos en el colegio de magia de Ivelmorny, yo enseño el cuidado de criaturas fantásticas junto  Herbologia mientras tu abuelo Gellert enseña Artes oscuras, Defensa y Pociones y tu padre bueno estuvo un tiempo corto ayudándonos. Ese día me acuerdo que había ido a ver a Gellert y Tom al aula de pociones ya que estaba impartiendo clases en ese momento a los de cuarto año, estábamos platicando cuando un caldero exploto cubriendo toda el aula de humo por suerte o mala suerte los únicos afectados habíamos sido nosotros tres, los estudiantes estaban haciendo una pocion curativa pero uno de ellos quiso ir más lejos tratando de hacer una de rejuvenecimiento pero como te conté no termino muy bien haciendo que los tres nos quedáramos de esa apariencia juvenil por lo que no podemos envejecer- explico Newt de una forma para que comprendiera el pequeño Hadrian quien asintió con la cabeza reteniendo la información.

La chimenea se prendió de un momento a otro, las llamas se hicieron presentes aumentando y disminuyendo de a momentos hasta que estas se hicieron intensas cambiando a aun color verde brillante, de esta salió una persona, un hombre de 1.88 de alto, cabellos blancos peinados hacia atrás dejando algunos mechones rebeldes cayendo en su rostro, de un ojo azulado y otro chocolatoso, y sus ropas se veían de la más fina tela la cual estaba cubierta de un poco de polvo, ahí de pie frente a todos se encontraba el antes nombrado hasta que fue absuelto de sus cargos el mago más oscuro de su época Gellert Grindelwald y quien ahora es mejor conocido como el mejor maestro del colegio Ivelmorny.

-hola cariño- lo recibió Newt con un corto beso en los labios, a Gellert no le gusta mucho las muestras de cariño frente a muchas personas pero cuando se trataba de su familia no le daba mucha importancia y más si se trataba de su querido Newt.

-¿Cuándo llegaste?- le preguntó Gellert para cerciorarse que no habían llegado demasiado tarde.

-tranquilo Sirius esta bien y con nosotros- tranquilizo Newt viendo como su marido soltaban un suspiro aliviado.