AMOR

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Después de el beso que nos dimos y el golpe que le di en la mejilla, pude salir de la cocina y regresar a mi habitación, comencé a quitarme los vaqueros y la blusa para solo ponerme un vestido holgado para estar más cómoda

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Después de el beso que nos dimos y el golpe que le di en la mejilla, pude salir de la cocina y regresar a mi habitación, comencé a quitarme los vaqueros y la blusa para solo ponerme un vestido holgado para estar más cómoda. Muero de hambre, así que busqué en mi cartera un par de barras de cereal para poder comer y lo que quedaba de mi botella de agua. No quiero verlo y sé que, si salgo a la cocina a prepararme algo, lo encontraré.

 Termino de comer las barras y la botella queda vacía. Kali sigue durmiendo, aprovecho para hacer mi tarea, saco la laptop y la enciendo. Tengo que redactar un informe y presentarlo en clase. Tardo una hora en terminar todo el informe, lo guardo y apago la laptop para luego dejarlo sobre la pequeña mesa. Me acuesto en la cama para poder descansar un poco, sin embargo, me quedo dormida mientras abrazo la almohada.

No se cuanto tiempo ha pasado, pero mientras abro los ojos, suelto un bostezo. Me fijo la hora en mi reloj de mano y son casi las seis de la tarde.

¡Dios! Es tardísimo...

Me pongo de pie y me parece raro que mi hermanita no haya llorado, me acerco a la cuna y está vacía. ¿Kali? ¿Estará con Alan? Si, si es lo mas probable, es imposible que salga caminando de la cuna.

Salgo de la habitación y no escucho ruido por ningún lado. Llego hasta la sala y no hay nadie, ¿Tal vez están en su habitación? Claro, puede ser. Camino hacia su habitación y toco la puerta un par de veces, pero no hay respuesta, ingreso con la intención de pedirle disculpas si se molesta por entrar sin su permiso, pero tampoco hay nadie, la habitación esta vacía. 

Retorno a la sala y cuando estoy a punto de tomar mi teléfono y llamarlo, la puerta de la casa se abre, Alan ingresa con un par de bolsas y una caja en la mano.

—Alan. —digo y el pasa de largo con una sonrisa.

— ¿Dónde está Kali? —sigue ignorándome y regresa a la sala.

—La deje con mi nana, pasara la noche ahí.

— ¿Qué? Oye, pero no me dijiste nada.

—Te lo dije, pero estabas durmiendo.

— ¿Y no se te ocurrió despertarme? Además, que, si no podías cuidarla, me lo hubieras dicho.

—Tampoco podías cuidarla.

—Alan. —lo reprendo y él se acerca a mi lado. —Aléjate.

— ¿Por qué?

—Invades mi espacio personal. —respondo y el suelta una carcajada, mostrando sus dientes blancos.

—No decías lo mismo, aquella noche. —susurra cerca de mi rostro trato de alejarme, pero me toma la cara con ambas manos de forma suave.

—No pensaba esa noche.

—Claro que lo hacías. —dice

—Ya que más da, si luego te fuiste sin decirme nada. —respondo a la defensiva alejándome de él.

RAMÉ +18Where stories live. Discover now