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"La jirafa"
Peinaba delicadamente el cabello de su hijo de cinco años mirando a través del espejo como Viktor jugaba con un peluche de jirafa en sus manos. Lo movía de un lado a otro simulando que caminaba en el aire.
-Ya esta- dijo T/N dejando el peine en la encimera-
-Me veo guapísimo- exclamo sonriente el niño-
Madre e hijo salieron del baño, Viktor quien aún tenia el peluche en la mano fue corriendo hacia donde estaba su padre, sentado en el sofá con el teléfono en una mano mientras que con la otra mecía la carriola de bebé.
-¡Papá, papá mira!- el niño llego corriendo hacia su padre alzando el peluche entre sus manitas- Es hola de cambial de dueño!
-Achi, ¿Cómo que cambiar de dueño?- pregunto mirando de reojo a su esposa quien guardaba las cosas de la bebé en la pañalera-
-Shi!!- miro en dirección a su hermanita dejando el peluche en el regazo de esta quien no tardo en tomarlo para moverlo sacando pequeñas risitas- ¡Se diviete, se diviete!
Barca sonrió melancólicamente, esos pequeños brinquitos y la mueca le hizo recordar años atrás.
Flashback:
-¡ ES UNA JIRAFA! - exclamo T/N emocionada al mirar un peluche de una jirafa. Lo tomo en las manos e hizo una mueca, se veía muy tierna asiendo eso-
Inconscientemente sonreí. Ella bajo la mirada apenada dejando el peluche de nuevo en su lugar.
-Lo siento, a veces me dan ataques infantiles- se disculpo volviendo a empujar el carrito-
-No, no, esta bien. Puedes llevártelo si lo quieres. Se me hace algo lindo- me puse frente al carrito deteniendo su paso-
-No, no. No puedo llevármelo no tengo tanto presupuesto para comprar este tipo de cosas. Sigamos viendo.
...
-No es mucho pero espero te guste- saco detrás de el, el peluche que nos habíamos topado el día que me ayudo a comprar cosas para decorar mi habitación-
-¡La jirafa!- exclame sorprendida se lo arrebate de las manos y lo abrace- Muchas gracias Diego.
-Vi que te gusto mucho a si que decidí comprarlo- se rasco la nuca nervioso-
Fin del flashback:
-Pues creo que pasará de generación en generación- sonrió T/N sacándolo de sus pensamientos- Vamos que se nos hace tarde.
La familia Balsa salió de casa, esa misma tarde irían a comer a un restaurante con los demás amigos para festejar que T/N estaba cumpliendo 31 años. Y además se hacían 13 años y unos meses en la relación de Barca y ella.
-¡Ahí están mis niños preciosos!- escucharon gritar de lejos a Ari, el pequeño Viktor no tardo en correr a su dirección recibiendo regaños de su padre y risas de su madre quien cargaba a la pequeña Sara de un año.
-Ya 31 años, no mames- exclamo Roberto una vez se sentaron en la mesa con los demás-Ya estas vieja!!
Después de aquel accidente en la calle donde Barca y T/N se conocieron, Barca la invito a salir y una buena "amistad" comenzó a formarse entre los dos, pero lo que no esperaban era que 6 meses después de ese encuentro, Barca le pidiera ser novios a la chica.
Los amigos cuando conocieron a T/N se llevaron muy bien con ella pero los que formaron un lazo muy fuerte de mejores amigos fue Roberto y Hasvik. Que coincidencia, ¿no?. Los años pasaron y T/N le contó el sueño que tuvo a Barca, estaba más que claro que se sorprendería pero lo tomo mejor que nunca. Diciendo que el mundo los quería juntos y muchas cosas más.
Cumplían 13 años de relación y 7 de casados. Y con dos hijos.
-Tía Vane- llamo el niño llevando la atención de los adultos y los menores de edad. El niño ya hacía en los brazos de la nombrada jugando con su primo Luis- Miren, Sara tiene el peluche.
El peluche, el famoso peluche de la relación de Barca y T/N, lo mismo que paso en la tienda cuando T/n se mudaría a una habitación en casa de los tres roomies pero esta vez ella se mudo a un apartamento sola.
-La jirafa- dijo Juan- No mames, cuantos años lleva eso con ustedes.
-11 años- respondieron al unísono los esposos-
-¡11 AÑOS!-
-A la verga cállense- susurro T/N mirando alrededor, las miradas del restaurante no tardaron el llegar a ellos-
-No digas malas palabras- chisto Yei por los niños-
-Me vale madre puñeton- exclamo Roberto recibiendo un golpe en el brazo por su novia-
La pequeña Sara jugaba con la jirafa ignorando a su alrededor el desmadre que hacían sus padres y tíos. Reía moviendo de un lado a otro el peluche.
