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–No temas a las alturas —afirma Mason.

–¡¿Cómo no tenerle miedo si estamos al borde de un acantilado?! —exclama la pelirroja con temor— ¿Y cómo es que su madre les permite hacer esto?

–Los zombis son indudablemente aterradores, pero hay habilidades que nosotros poseemos y que ellos no pueden igualar, como la escalada —explica Ava, adoptando una expresión similar a la de un militar—. Los zombis carecen de la capacidad mental y las habilidades físicas para ascender un muro de roca.

–Afortunadamente para nosotros, los humanos sí las tenemos —añade Mason.

–Si logras llegar a un acantilado, deja de lado tu miedo a las alturas y aprovecha esa oportunidad.

–¿Qué quieres decir con aprovechar esa oportunidad?

–Tendrás que saltar, soldado —anuncia la niña de diez años.

–Creo que estoy empezando a sentir algo. ¿Cómo lo detengo?

–El miedo no es una excusa, soldado. Tendrás que saltar.

–¡No soy militar, soldado o lo que sea!

–La escalada en roca te alejará de los muertos vivientes —asegura su mellizo, ignorando el comentario de la adolescente.

–Diosito, soy yo de nuevo —susurra la pelirroja.

Este día será largo y difícil, pero las habilidades humanas serán su mejor defensa contra los muertos vivientes.


...


La acrofobia, también conocida como miedo a las alturas, afectó a una gran parte de la población. Se refiere al miedo que siente una persona al enfrentarse al vacío, esa sensación de distancia entre él y la tierra firme. Actividades comunes como subir escaleras, columpiarse, caminar por la montaña o cualquier otra actividad en altura siempre generan un temor palpable. Para aquellos que sufren de miedo a las alturas, la experiencia puede ser terrible. ¿Es posible superar este temor?

–¡Yo puedo, aggh! —grita Jade.

La pelinaranja se encuentra a mitad del acantilado, escalándolo. ¿Cómo llegó a esta situación? Fácil, los hermanos Harris la obligaron. Estos mellizos pueden ser tan exigentes que dan más miedo que algunos muertos vivientes.

–Yo puedo... dice casi sin aire.

–¡Vamos tú puedes! —alienta Mason.

–¡Claro, lo dices tú, quien está jugando cartas! —grita la adolescente desde arriba.

Efectivamente, los dos niños que están abajo, al pie del acantilado, están jugando cartas, específicamente ocho locos.

–¡Gané! —celebra la niña.

Su hermano iba a responder cuando escucharon un grito que parecía provenir de un chivo moribundo.

–¿Qué demonios? —ambos levantan la mirada hacia arriba.

–Okay, no puedo... ¡ALGUIEN AYÚDENME! —grita Jade.

Los niños solo rieron. Mason comienza a trepar el acantilado para ayudar a la mayor.

–¡Miedosa! —grita la niña desde abajo.


...


–¿Cómo es posible que los niños puedan escalar por el acantilado y tú no? —comenta Liam, quien tiene la boca llena de comida.

How to survive a Zombie Apocalypse ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora