«⟨𝟬𝟲⟩»

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–Esto va a terminar siendo un verdadero desastre.

–Eso suena muy, pero muy optimista.

–Pero es la verdad.

–¿Por qué nadie confía en mis planes?

–Porque todos tus planes terminan poniendo a cualquiera en peligro.

–Eso no es cierto. —se defiende la adolescente.

–¿En serio? Estamos aquí, caminando por calles repletas de zombies porque tu plan falló.

–Bueno, tú dijiste que incendiara la casa.

–¡Un pequeño incendio! ¡Dije, un pequeño incendio! ¡Eso no fue para nada pequeño!

–De acuerdo, sí, tal vez me excedí con la cantidad de fuego. Pero, en mi defensa, ¿quién iba a pensar que la casa explotiría de esa manera?

–Normalmente, las casas no explotan por un pequeño incendio.

–Pero... ¿no fue impresionante?

"REGLA #4 (preserva tu refugio) 
Bajo ninguna circunstancia utilices el fuego como distracción, especialmente si se trata de tu refugio. La seguridad de tu guarida es primordial y jugar con fuego podría convertirse en un riesgo irreversible."

–Nos quedamos sin suministros y sin refugio.

–Está bien, todo va a estar bien, no se culpen a ustedes mismos por esto...

–No nos estamos culpando a nosotros mismos, te estamos culpando a ti...

–Ah.



–Si que eres un imán de problemas —ríe.

–No sé cómo pudiste sobrevivir con ella a tu lado —menciona Bri.

–Entonces... En conclusión ¿Se separaron por culpa de uno de los tantos planes de Amelia? —cuestiona burlona la pelinaranja— ¿Por qué no me sorprende? —se ríe.

–Lo único que hay en tu corazón es pura maldad —le reprocha mientras trenzaba el cabello de Britany.

Todos en el lugar se ríen. El grupo amaba a Amelia. Ella era quien les hacía reír, quien los animaba, quien les ayudaba con las cosas que tenían que hacer. En pocas palabras, Amelia era una gran chica, y eso lo apreciaban.

–Tengo hambre —se queja Ava, quien estaba sentada.

–¿Y los Kits de comida que encontramos en el supermercado?

–Se acabaron...

–¡¿Tan rápido?!

–Mason tiene la culpa —señala a su mellizo.

–¡Oye, eso es mentira!

–Tranquilos, podemos ir al supermercado donde fue Amelia para poder tener más suministros.

Todos comenzaron a conversar de cómo podrían entrar todos sin llamar la atención.

Jade también participaba y contaba cómo fueron los hechos, al menos hasta que noto a la castaña fuera de la conversación mirando sus manos. Callada... Ella nunca se callaba...

–Amelia... ¿Estás Ahí?

–Físicamente, si. Mentalmente es debatible —susurra sin separar su mirada de sus manos, aún perdida en sus pensamientos.

How to survive a Zombie Apocalypse ©Where stories live. Discover now