Te Haré Felíz -XiCheng-

3.

Yunmeng Jiang - 8:25am

Lotus Pier.

Con un suave pero firme movimiento de manos, Jiang Cheng término por cerrar y apresar la faja alrededor de su cintura, colocando así la campana de nueve pétalos en su lugar, a lado de su cadera, se miro fríamente frente al espejo, confirmando una vez más que esto no era un sueño, dejando salir un suspiro se giró hacia su shixiong.

Wei WuXian seguía babeando y riendo entre sueños.

Había despertado hace un par horas, revisó su habitación, sus libros y su guardarropa, todo seguía igual a su vida anterior, tan exactamente igual que creyó por un momento que era una ilusión, más los pellizcos en su brazo y el ardor en la palma de su mano le decían que no, que era muy improbable que todo fuera producto de su imaginación.

Jiang Cheng, después de todo, nunca había sido de los niños más imaginativos que existiera.

Con un par de palmadas en sus mejillas se tranquilizó.

Debía iniciar con sus planes.

Debía cambiar el futuro.

Con una tenue sonrisa y un suspiro de sus labios, se acercó hacia el 'menor' y lo removió, primero suavemente luego como si un terremoto sacudiera la cama.

-¡WEI WUXIAN! ¡MALDITO PEREZOSO, LEVANTATE DE UNA VEZ! -grito y tiró de sus manos hasta arrastrarlo fuera de la cama-

El futuro Alpha bostezo.

-¿Uhm? -parpadeo- ¡A-CHENG! -grito con alegría mientras medio cuerpo estaba en el aire-

El mencionado rodo los ojos.

-¡Llegaremos tarde a desayunar! -regaño y lo soltó-

Un 'pum' lleno la habitación.

-¡Ay! ¡Que malo eres~! -se quejó de espaldas en el suelo- y yo que te cuide toda la noche~ -lloriqueo falsamente-

Jiang Cheng rodo los ojos.

-"Toda la noche paso durmiendo como tronco" -pensó, dando un ligero bufido- ¡Ya levantate vago! ¡Deje agua caliente para que tomaras un baño, ya llame también a alguien para que te traiga algo de ropa! -informó, caminando hacia la salida-

El de ojos grises miro conmovido y preocupado al menor.

- ... A-Cheng -llamó con dudas-

Wei WuXian sabía que había algo diferente con su pequeño hermano, aunque los gritos e insultos iban y venían como costumbre no había ese habitual toque de odió que lo dejaba con dolor y lo hacía sentir que era un tonto e inútil.

Jamás nunca exteriorizó esos pensamientos, porque no era de los que se centraba en lo malo, aun así no podía evitar preocuparse antes los cambios, esta vez no podía poner del todo su habitual sonrisa despreocupada.

-¿Que? -pregunto Jiang Cheng con el ceño fruncido en preocupación-

Ahí estaba, otra vez esa ausencia de odió y desdén, no había enojo en esas orbes solo cariño y preocupación.

¿Debía preguntar?.

No, no debía forzar al menor. Con suspiro, sonrió y negando.

-No, nada -rio con ojos traviesos- solo que te ves como una linda señorita con aquella faja ¿es nueva? -pregunto coqueto-

Jiang Cheng fruncio aún más el ceño mientras bajaba la mirada, no había notado aquel cambió pues él simplemente tomó lo primero que vió.

-¡Hmp! ¡Callate y bañate! -ordenó, saliendo avergonzado de la habitación mientras escuchaba la risa del menor-