Doctor pervertido ||Yoonmin x omegaverse||

15

JiMin entró al departamento, junto a YoonGi, quien lo siguió, sin que el menor se diera cuenta.

— ¿Te cambiarás aquí? Bien, que hermoso recibimiento— YoonGi se burlo, al ver al menor se desabrochaba el pantalón.

— ¿Que haces aquí? ¿Como entraste?— JiMin retrocedió asustado.

— Dejaste la puerta abierta, así cualquiera puede entrar.

JiMin mordió su labio.

— Y es peligroso que te cambies en la sala, teniendo la puerta abierta. ¿Lo haces seguido?

— ¿Si?

— Osea que todos tus vecinos alguna vez te vieron desnudo o desnudandote. Lindo, ¿no?

JiMin negó.

— Debes de aprender a cerrar tu puerta, JiMin. O lo hiciste solo porque sabías que yo venía detrás tuyo.

— ¡Por supuesto que no!

YoonGi rió, ante el sonrojo del menor.

— Ajá— Se sentó en el sillón, con las piernas abiertas, mientras obseevaba al omega— Dormiré en tu departamento hoy.

— P-Pero....

— Nada.

JiMin frunció el ceño.

— No puedes invitarte solo.

— Ya lo hice, omega.

JiMin bufó enojado y fue a su habitación, encerrándose en esta, con llave.

🏩

Después de estar bastante tiempo encerrado, JiMin salió de la habitación, imaginándose a YoonGi sentado en el sillón de la sala.

Pero el no estaba.

Caminó hasta la sala, y observó pizza en la mesa, y al lado una nota.

Para:Park JiMin

Bien, supongo que tendrías hambre, así que pedí pizza para que comas. No iba a meterme en tu cocina a cocinar, sabiendo que estas enojado conmigo. Era broma de lo que me iba a quedar. Te dejé unas pastillas también, para que no te enfermes. Recuerda cerrar la puerta con llave, y nos vemos mañana.

Min YoonGi.

JiMin tomó las pastillas y sonrió, para después ir a la cocina y servirse agua en un vaso, y así tomar la pastilla.

Volvió a la sala y tomó un pedazo de pizza, para después comerla.

YoonGi no era tan malo después de todo.

Suspiró y dejó el pedazo, en un plato, mientras iba a la cocina, y comenzaba a preparar un café.

🏩

JiMin entró al hospital, y fue rápidamente a la oficina de YoonGi, quien trabaja en algunos exámenes.

— Hum... Permiso— Habló JiMin, abriendo un poco la puerta.

— Adelante— Dijo el alfa, sin levantar la mirada.

JiMin entró tímidamente a la oficina. El aroma de YoonGi era muy fuerte.

— Y-Yo quería pedirle perdón, por lo de ayer.

— No hiciste nada.

— Me enfadé.

— Todos podemos enfadarnos.

— Pero usted es mayor que yo, y lo que hice no estuvo bien.

— JiMin, esta bien. No importa.

— Pero.....

— Dije que no importa, JiMin.

JiMin asintió, y se quedó en silencio, mientras escuchaba la respiración pesada de YoonGi, quien seguía trabajando, pero de vez en cuando dejaba escapar algunos gruñidos.

La pequeña nariz de JiMin se arrugaba de vez en cuando, cuando el aroma del alfa llegaba a sus fosas nasales. Su lobo estaba  alborotado, y movía su cola repetidasveces.

JiMin llevó su mano hasta su pecho, cuando sintió una punzada. Con su otra mano libre, apretó su sudadera, y sus labios se apretaron entre si.

Cuando el mayor levantó su mirada, los ojos de JiMin brillaron. Su cuerpo tembló, y su boca se secó.

El mayor se levantó de su asiento, y a pasos firmes comenzó a caminar hacía el omega, quien retrocedió unos pasos, hasta que su espalda chocó contra la puerta.

Tragó saliva, y cuando el alfa estaba frente suyo, comenzó a olfatear el aire.

No puede ser.

El alfa estaba en celo.