ENGAÑAR

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Tras aquellos días en que la joven pareja pareció estar en su mejor momento, Kayn comenzó a actuar distante, Yuu no le dio mucha importancia, ya que sabía que el mayor era un miembro muy importante de la orden, por lo cual a veces se encontraba muy ocupado.

Durante los entrenamientos, el de la trenza parecía distraerse con algo, algo que Yuu ignoraba, pues este se centraba en mejorar, quizá así no le daría tanta pena a Kayn. Pero lo cierto es que había una chica de belleza especial que había atraído la atención del joven Shieda.

Una de aquellas veces, luego del entrenamiento, Yuu abandonó el lugar para ir a descansar a su habitación, estaba muy frustrado por las constantes burlas de algunos de sus compañeros mayores. Mientras tanto Kayn se quedó ahí, conversando tranquilamente con Akane, quien parecía corresponder su interés.

¿Cómo no hacerlo? Fuera de su actitud tan altanera, Kayn no erani más ni menos que el más atractivo de la Orden, con un físico impecable, enla mejor forma y un rostro sencillamente bello, dentro de su sombría mirada. Aquella aura de misterio que lo rodeaba había llamado el interés de más de una, al igual que su desempeño en cada misión o entrenamiento, era el mejor en pocas palabras. Y todo aquello se le había subido a la cabeza hace mucho tiempo ya.

Ninguna chica se le había acercado antes, pues su presencia imponía, y al entrenar no solía tener piedad, fuera quien fuera su oponente, daba todo de sí para destrozarles. Eso daba bastante miedo.

Akane, la más atrevida, sabía que Kayn no podría resistirse, o al menos lo intentaría, nada perdía.

Esto tomó a Kayn por sorpresa, pero no le disgustaba la idea de estar con una chica, ¿Por qué decirle que no, si ella se había ofrecido tan gustosamente?, y por esos instantes, la existencia de Yuu desapareció de su mente.

Varios días se vieron a solas después de los entrenamientos, días en los que Yuu se encerraba en su habitación, deprimido al sentir que todos le dejaban atrás... No quería molestar a su amado con su debilidad, por lo cual se lo había guardado todo. Encima que al parecer, el chico de ojos ámbar parecía estar bastante ocupado.

Aquella noche tormentosa el joven Yuu llegó a su límite, y con lágrimas en los ojos salió de su habitación para ir a ver al Shieda. Llegó, y sin llamar a la puerta entró sin previo aviso.

Grave error.

Vio las dos figuras, y comenzó a temblar, estaba fuera de si mismo al descubrir a quien más amaba con alguien más, ella ahora le miraba extrañada, mientras que Kayn largaba un suspiro de frustración.

Sin poder asimilarlo aún salió corriendo, cerrando la puerta y abandonando la Orden lo más rápido que pudo, bajo la lluvia y la obscuridad.

¿Qué era esa sensación? Estaba dolido... ¿Por qué Kayn estaría con alguien más? Si él había dicho un día que sólo él podría estar tan cerca... Que sólo con él compartiría algo tan íntimo.

Era el colmo, estaba cansado ya de todo, y ahora eso.

Sin saber muy bien que hacer regresó a su habitación con la esperanza de que el azabache lo buscara para darle alguna explicación... Pedir una disculpa o decirle que fue un error, pero esa noche la pasó frío en la soledad de su cama vacía.

Kayn mientras tanto, yacía junto a Akane, satisfecho y sin pizca de remordimiento.

-Ya mañana me hablará como si nada.- Pensaba mientras pasaba un brazo por la cintura de la chica, para atraerlo a él y poder dormir sintiendo su calor.

Como fuera, así transcurrió la noche. Al despertar Kayn estaba solo, junto a él no había nadie y esto lo dejó confundido.

El entrenamiento fue normal, esta vez no hubo Akane que lo esperase, y mucho menos Yuu.

Dark Kayn One-ShotsWhere stories live. Discover now