CAPÍTULO 34: Vivir un sueño

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Vivo mis días como si fuera un sueño.

Finalmente, nos hemos quedado en el apartamento los dos solos y todos lo han visto normal para podamos entender los cambios en nuestra amistad y también para recuperar el tiempo perdido.

Cada día despierto con Nicky a mi lado pensando que no puede ser real, que no merezco esto, pero no tengo miedo a que termine. Es extraño como todos mis miedos desaparecen a su lado.

Esto es lo que he esperado toda mi vida, lo que he deseado con todas mis fuerzas cada minuto y ahora es tan real que no soy capaz de creerlo. Lo único que quiero es aprovechar cada minuto a su lado porque sé que, en unas semanas, yo tendré que volver a la universidad y ella, si es lista, se marchará a Europa y la echaré de menos de nuevo.

Todo es nuevo entre nosotros, ya no tenemos que escondernos el uno del otro y podemos mostrar nuestros sentimientos de verdad, sin embargo, todo sigue como siempre. Seguimos siendo los mejores amigos, trabajamos juntos y vamos planeando un futuro juntos.

Todavía no sé si ha decidido ya sobre su futuro más inminente. Ella es la única que no ha vuelto a decir nada sobre la beca pues sus hermanos están todos emocionados con que acepte.

—¿Ya has respondido al decano sobre la beca? —me decido a preguntar mientras desayunamos.

—No estoy segura de querer irme. Por una parte, es mi sueño, poder viajar y estudiar allí, pero por otra, ahora me siento tan bien a tu lado que no quiero alejarme. —Entiendo sus dudas y quiero ayudar. Me acerco a ella y tomo sus manos entre las mías.

—Es tu sueño, tienes que aceptar esa beca. Yo seguiré aquí siempre. Ya te dije que te esperaría mil años cuando estabas con Jeff, ¿no crees que te esperaré ahora que sé lo que sientes por mí?

—No es eso, es que no quiero volver a echarte de menos.

—Nicky, yo tengo que volver a la universidad, no puedo quedarme aquí y tardaré al menos dos años en terminar. —Esta es nuestra realidad ahora mismo. Nos vamos a separar al final del verano.

— Ya lo había pensado— dice pensativa-. Estarás a un vuelo de aquí, si me voy...

—Estaremos a un vuelo uno del otro. Un vuelo más largo, pero no será tan distinto. —La miro fijamente a los ojos—. No me perdonaré que renuncies a nada por mí. Liam ya es mayor, es un deportista profesional y va a estar todo el año viajando y te aseguro que Charlie, Dave y Andy sobrevivirán sin ti. Te echarán de menos tanto como tú a ellos, pero te aseguro que ellos también quieren que tomes esta decisión solo por ti—. Nicky se queda en silencio y casi la escucho pensar —. Desde pequeño te he visto buscando en internet fotografías de castillos y catedrales, de ciudades y de construcciones modernas. ¿De verdad vas a renunciar a verlos de cerca?

—Tienes razón, como siempre. ¿Vendrás a verme? —Parece que ha tomado su decisión, aunque creo que, si no fuese por lo nuestro, no habría dudado ni un instante en preparar las maletas. Es lo que ha querido hacer siempre.

—Siempre que pueda y tú vendrás en vacaciones. No nos veremos menos que ahora.

En el fondo sé que es mentira, que ya no nos veremos en los partidos de Liam y que viajar a Europa es mucho más complicado, pero tiene que hacerlo porque no me perdonaré que renuncie a su sueño por mí. Le quiero con toda mi alma y le quiero ver feliz y sé que esto va a hacerle feliz.

Señalo el ordenador para que envíe el correo electrónico con el formulario aceptando la beca y no me muevo de su lado hasta ver que lo ha enviado por si cambia de opinión.

—Estoy orgulloso de ti —digo besándole después de que pulse el botón de "enviar".

—¿Estaremos bien? Una relación a distancia.... —Tras pulsar ese botón está tan asustada que casi tiembla.

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