Con la Agencia

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Chūya había regresado a la Port Mafia. Traía su obentō y el de Natsuki para almorzar. Esta vez, debía dejar al niño por cuestiones de que tenía una misión con Dazai, integrante de la ADA, para derrotar a una organización que había estado causando estragos en la ciudad.

Odiaba la idea de tener que colaborar con el hombre del vendaje, pero debía hacerlo por órdenes de Mori.

Se preparaba para ello y por primera vez, sentía un poco de miedo. Miedo a morir, jamás lo tuvo, tenía miedo de morir y dejar a su hijo solo y sin ni siquiera presentarle a su padre.

— Mamá... ¿Ya nos vamos?

Preguntó curioso, notando que Chūya se alistaba para su misión dónde él no podía acompañarlo, aunque creía que así sería.

— Natsu... No irás conmigo. Te llevaré con los tíos raros de la Agencia para que cuiden de tí mientras Dazai y yo vamos a esa misión. Es peligrosa.

Explicó triste, pero mostrándose fuerte ante el menor. Los ojitos azules de Natsuki se llenaron de lágrimas y se acercó a Chūya para abrazarlo, rodeando su cuello.

— Pero mamá, ¿Vas a poder derrotarlos, verdad? Porque eres muy fuerte.

Chūya acarició y correspondió al abrazo del niño. Sonrió y lo separó un poco, limpiando sus lágrimas con sus pulgares en guantes.

— Claro que sí. Mami los derrotará.

Le respondió tierno, recibiendo un beso cariñoso de parte del niño.

— ¡Mami los derrotará!

Repitió feliz.

En ese momento, Akutagawa entró a la sala. Había sido llamado por Chūya, pues sería él quien llevaría a Natsuki a la agencia.

— Es hora. Natsuki-kun, vamos. Te llevaré.

Dijo Ryūnosuke serio, extendiendo una de sus manos para sujetar la de Natsuki.

Akutagawa-san, ¿vas a ayudar a mamá y a Dazai-san en la misión peligrosa?

Caminaban hacia la puerta.

— No. Estaré oculto. Si es necesario, los ayudaré.

Contestó.

💖

Una vez en el edificio de la Agencia de Detectives...

Ranpo observaba detenidamente la interacción casi sin importancia de Akutagawa y el niño. Le intrigaba no tener una respuesta segura de la identidad del padre. Era su caso más frustrado que ha vivido.

— Bien. Te quedarás con estos tipos raros. Come bien tu obentō y no des problemas que éstos no puedan solucionar.

Estaba a su altura. Acomodó el sombrero de Natsuki y antes de poder levantarse, el niño lo abrazó.

— Eres molesto, Natsuki-kun.

— Cuida mucho a mamá, Akutagawa-san.

💖

En la hora del almuerzo, Natsuki tenía dificultades para abrir el contenedor dónde venía su obentō. Estaba atorado.

— ¿Tienes problemas, Natsuki-kun?

Se acercó Atsushi.

— Sí. No puedo abrir mi obentō...

Respondió avergonzado.

— Te ayudaré.

Fue rápido. Pudo abrir el contenedor.

— ¡Gracias!

Eso huele a...

— ¡Es salmón, furikake y arroz! Mamá lo preparó para mí. ¿Quieres probar?

— No hace falta...

Rió nervioso. El aroma de la comida le había provocado hambre, pero si le quitaba un bocado al hijo del ejecutivo de la mafia podría estar en problemas.

Decidió regresar a su lugar de trabajo, pero ahora fue Kenji el guiado hacia el agradable aroma. Traía un plato y unos palillos.

— Oye, ¿Te importaría compartir tu almuerzo conmigo?

Preguntó, y sin antes tener respuesta, ya se estaba sirviendo una pequeña porción en su plato.

— Mamá cocina delicioso.

— Sí, esto huele bien.

Kunikida ignoraba a lo lejos la presencia de Natsuki. No quería seguir estando relacionado con todas las teorías de Ranpo. Era uno de los sospechosos. Ya que en una ocasión de ebriedad, él y Chūya terminaron en la cama y... Temía ser el padre de la criatura.

💖

Por otro lado, Ranpo...

— Tanizaki Junichiro-kun es pelirrojo igual que el hijo del de sombrero. Interesante.

— ¡No soy yo, Ranpo-san! ¡Jamás hice tal cosa con Nakahara ni con...nadie...! ¡S-Soy virgen todavía!

Contestó nervioso. Ranpo sonrió.

— No esperaba que hubiera vírgenes aquí.

— ¡Ranpo-san!

Llamó Atsushi, señalando hacia Kenji y Natsuki dormidos.

— Atsushi-kun, tú sospechas de Kenji-kun ¿Verdad? En aquel entonces, Kenji tenía catorce años y el de sombrero veintidós, es ridículo.

— Supongo que es cierto...

💖

Camino a la misión...

— Chūya, ¿Cuántos fueron?

— ¿P-Perdón?

— Sabes a lo que me refiero.

— ¡Eso no te importa, no soy un prostituto!

— Lo sé. Dime, Natsuki-kun es mi hijo ¿O no?

— Es mío.

Nuevas teorías??
Hay varias pistas. Chequen.

CORRUPTION GRAVITY [MPREG, BOY LOVE]Where stories live. Discover now