Salmón y un poco de Arroz

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La noche llegó. Dazai y Natsuki habían invitado al joven Karma a cenar en un lugar callejero. El arroz y los demás ingredientes tenían une exquisito aroma que disfrutaba oler el huérfano.

Karma sólo había podido percibir esos aromas y nunca probarlos. Sería la primera vez que no comería algo de la basura. Estaba llorando.

— ¿Eh? Oye, no deberías llorar. Sólo come, pequeño.

Animaba Dazai, abrazando del lado izquierdo al niño de doce años, que tallaba sus ojos con sus manos en puño.

— ¿Por qué me compras comida? Yo siempre he sido invisible para los demás. ¿Cómo puedes verme? Creí que había muerto de hambre...

Sollozaba. Correspondía al abrazo del adulto de manera agradecida y tierna. Aunque fuera un completo desconocido para él.

— Sigues vivo. Y ahora que te conozco, no te dejaré.

Decía con un tono de voz que tranquilizaba al niño. Hasta que notó cierta cicatriz en una de sus mejillas. Una cicatriz en forma de cruz, reconocible. Luego de ver otra cicatriz en una de las muñecas del menor.

— T-Tú... ¿Tienes doce años?

Karma volteó lentamente.

— Creo que sí, pero no sé bien mi edad. Sólo conservo esto desde que era un bebé...

Sacó de uno de sus bolsillos una vieja cadena, misma que Dazai le puso hace doce años. Dicha cadena se la había encontrado el joven castaño en una calle lujosa de Yokohama.
Dazai lo comprendió. Karma era ese niño que le robaron. Lo abrazó con más fuerza y besó su frente con cariño. No le importaba la manera en que lo concibió, lo había estado extrañando todos estos años y lo amaba. Era su hijo después de todo.

— Karma-kun. Tus cicatrices, tu cabello, esos ojitos tuyos y la cadena, me hace pensar una cosa.

Natsuki sólo le prestaba atención a la comida, ignorando la conversación de sus mayores. Karma estaba confundido.

— ¿Qué cosa?

— Eres mi hijo perdido. Hace muchos años alguien te separó de mí, de mamá. Pero ahora que estamos juntos otra vez, todo mi sueldo irá dirigido a tí, mi amor, mi atención, y estoy seguro de que un viejo amigo va a ayudarnos. Odasaku va a ayudarme.

Dijo con seguridad. Acarició la cabellera del pelirrojo, despeinándolo y notando lo áspero que era su cabello. Sonrió, aunque estuviera triste por todo lo malo que tuvo que pasar su pequeño Karma.

A pesar de tener doce años, Karma no era muy alto y era bastante delgado y liviano. No se alimentaba bien. Pero eso estaba por cambiar. Dazai se encargaría de él aunque su sueldo fuera insuficiente para los dos. Sacrificaría sus alimentos para alimentar bien a Karma antes que a él. Sería su nuevo propósito en la vida antes que conquistar a Chūya.

💖

Había llevado a su casa a Karma y a Natsuki. Mientras el pelirrojo menor jugaba con Dazai, el mayor terminaba de darse un baño y pronto se vestiría con ropa nueva y zapatos que recién le habían comprado.

Minutos más tarde, Karma salió muy limpio y vestido con su ropa nueva. Era tímido, y le costaba mirar a las personas a los ojos. Se acercó lentamente a ellos, sorprendiéndolos.

— ¡Waaa! ¡Mira eso, Natsuki-kun! ¡Karma-kun se ve reluciente! ¡Eres hermoso, mi pequeño salmón! ¡Ven con mami!

Los ojos del hombre del vendaje se iluminaron de alegría. Decirle de apodo "Salmón" a su hijo se debía al color de su cabello, el cual se notaba de mejor color una vez limpio y menos áspero.

Karma sonrió tímido, y se acercaba lentamente a Dazai.

— Natsuki-kun, Karma es mi hijo. Iremos con Chūya. Debe estar furioso porque estuviste todo el día conmigo.

💖

Mientras tanto, en casa de Akutagawa...

Odasaku había recibido un mensaje de Dazai, y estaba intrigado por sus palabras. Miraba cómo Ryūnosuke y Atsushi se divertían vistiendo a Kaoru de tigre, pero aún así, se atrevió a interrumpir un momento.

— Chicos, Dazai me envió un mensaje.

El azabache prestaba atención, terminando de ponerle un par de guantes a Kaoru. Atsushi le ponía los calcetines, aunque el bebé pataleaba jugando con él.

— ¿Qué dice el mensaje, Oda-san?

Cuestionó Ryū de inmediato. Agitaba el biberón con leche de Kaoru, para alimentarlo dentro de unos minutos más.

— Dazai dice que traerá una sorpresa a casa. ¿Ustedes saben lo que podría ser?

— Hmm, quizás... Las cosas con Chūya-san se hayan arreglado.

Respondió Atsushi, cuando sintió que Kaoru sujetó uno de sus dedos con sus manitas. Los guantes le estorbaban un poco.

El albino no podía evitar distraerse con esas sonrisas simpáticas que le hacía su hijo. Tocó una de sus mejillas siendo cariñoso, causando más sonrisas en el bebé.

💖

Al llegar a la mansión de Chūya...

Natsuki corrió hacia él, siendo levantado en brazos y recibido con felicidad por su madre. Chūya besó una de sus mejillas y después lo bajó al suelo.

— ¡Te extrañé mucho, mi niño! ¿Cómo fue tu día con el idiota de Dazai?

A Karma le molestó la manera en que el desconocido le llamó a su madre. Se mantenía muy cerca de Dazai, sujetando su muñeca.

¡Divertido, mamá! Papá Dazai me llevó a comer pizza, fuimos al parque y conocimos a Karma-niisan, después comimos en la calle y fue muy divertido.

Contaba sus experiencias con emoción. Dazai sonreía al verlo feliz, hasta que...

— ¿Cómo que "papá Dazai" Natsu? No llames a este perro de esa manera. Y tú, Dazai. ¿Quién es el mocoso?

— Ohh, él es Karma, Chūya. Es tu hermanito. ¿No lo recuerdas? Por cierto, ya me lo dijo Atsushi-kun. Natsuki es mi hijo y no suyo. ¿Debería quedarme en tu mansión para cuidar de nuestro Natsu y de tu hermanito, Chūya? O... ¿Quieres que todos nuestros conocidos se enteren de lo horrible que es tu padre y de que tienes un hermano?






Aquí va la venganza dulce  💕

No pierdan esperanzas! Terminará bien..

Soukoku o OdaZai??

Shinsoukoku al final.

CORRUPTION GRAVITY [MPREG, BOY LOVE]Where stories live. Discover now